La princesa Leonor ha vivido una jornada muy especial este lunes, 14 de julio, en Santiago de Compostela. Sin la presencia de sus padres ni de su hermana, la heredera al trono ha protagonizado un acto cargado de simbolismo y emociones. Leonor, con uniforme blanco de la Armada, fue reconocida por Galicia por su dedicación y formación en la Escuela Naval de Marín.
La expectación era palpable en la plaza de Santiago, donde la joven princesa se mostró cercana y amable con los asistentes. La ceremonia, presidida por la entrega de la Medalla de Oro de Galicia, destacaba su compromiso con la Armada y la región.

Leonor ha acaparado todas las miradas en Galicia
Leonor llegó puntual, a las 10.30 horas, para ser reconocida como hija adoptiva de Marín y recibir la máxima distinción gallega. Su discurso en gallego emocionó a todos los presentes. La princesa habló sobre su formación y el afecto recibido en Galicia, destacando que se sintió como una gallega más, especialmente por la calidez de su gente y la gastronomía local.
Destacó el valor que ha aprendido en la Armada, mencionando el honor, la disciplina y la lealtad como pilares fundamentales. Agradeció también la acogida de sus compañeros y de la comunidad naval. Por último, cerró el discurso con una emotiva despedida que mostró su apego a Galicia y reflejó su madurez y compromiso.
Tras la ceremonia, Leonor se desplazó a Marín, localidad estrechamente ligada a la Familia Real, por albergar la Escuela Naval Militar. Allí fue nombrada oficialmente hija adoptiva, en reconocimiento al vínculo histórico y afectivo que la joven ha establecido con la villa y su gente durante el último año.

El esperado reencuentro familiar se aproxima
A pesar del protagonismo que ha tenido Leonor en esta jornada, la princesa ha estado sola en este acto solemne. Los reyes, Felipe y Letizia, y su hermana Sofía no estuvieron presentes, lo que ha generado cierta expectación sobre la dinámica familiar en este momento.
Sin embargo, este distanciamiento temporal llegará a su fin el próximo miércoles, 16 de julio. Ese día tendrá lugar un emotivo reencuentro en la Escuela Naval Militar de Marín, donde Leonor culminará su formación. Será la primera vez en un año que la familia real se reúna públicamente para acompañar a la princesa en un acto tan significativo.
En este evento, el rey Felipe VI, en su papel de Jefe de las Fuerzas Armadas, impondrá a su hija mayor la Gran Cruz del Mérito Naval con distintivo blanco. Un momento que promete ser cargado de simbolismo y emoción para todos los miembros de la familia.

La princesa Leonor emociona al rey Felipe
El discurso de Leonor ha dejado claro el crecimiento personal que ha experimentado durante estos meses. Hablando en gallego, mostró su compromiso con los valores que la Armada le ha inculcado y su apego a Galicia. “Este año en la Armada me ha servido para afianzar los valores de honor, valor, disciplina y lealtad”, afirmó con sinceridad.
Sus palabras han resonado no solo en la comunidad gallega, sino también en el entorno más cercano de la familia real. La princesa ha dejado entrever un mensaje de madurez y responsabilidad que, sin duda, emocionará al rey Felipe. Este acto público es un paso más en la consolidación de su figura como futura reina.
El emotivo discurso de la princesa Leonor y la entrega de la Gran Cruz del Mérito Naval son momentos clave en su camino. El rey Felipe VI se siente muy orgulloso del compromiso que muestra su hija. Para él, Leonor está cada vez más preparada para asumir el trono.