El príncipe George, hijo mayor de los príncipes de Gales, Guillermo y Kate Middleton, está nuevamente en el foco mediático. A sus 12 años, su vida cambia de forma acelerada, y comienza a asumir un papel cada vez más relevante en la Casa Real. Sin embargo, esta creciente atención también genera inquietud sobre cómo este proceso podría afectar su infancia y desarrollo.
Mientras George crece bajo la mirada pública y se prepara para un futuro con grandes responsabilidades, quienes le rodean intentan encontrar un equilibrio. Proteger la infancia de George es una prioridad para sus padres, pero al mismo tiempo, deben prepararlo para un futuro con grandes responsabilidades.

El día especial y la presencia real en la vida de George
El pasado 22 de julio, George cumplió 12 años en un día muy significativo para la familia. Sus padres, los príncipes Guillermo y Kate, compartieron una emotiva felicitación a través de las redes sociales.
Este refugio es uno de los lugares preferidos de la familia, regalado por la reina Isabel II en su boda. La fotografía muestra la esencia de una infancia tradicional inglesa. George viste un estilo clásico, acorde a su estatus, en un ambiente tranquilo y privado.

Una experta analiza la gran presión que enfrenta el príncipe George como futuro rey y advierte a sus padres
La psicóloga infantil Diana Jiménez ha sido entrevistada recientemente y sus opiniones han causado gran interés. Según la experta, el príncipe George, a sus doce años, ya está bajo mucha presión como futuro rey e hijo mayor.
Jiménez destaca que la carga que lleva George es una responsabilidad enorme para cualquier niño. Ser heredero al trono implica enfrentar expectativas difíciles de manejar a tan corta edad. La experta considera que este peso puede afectar su desarrollo personal y emocional.
Por ello, la psicóloga ha querido dirigirse a los padres del príncipe para que tengan en cuenta estos retos. Su mensaje se centra en la necesidad de cuidar el bienestar del niño, además de prepararlo para su futuro papel. El equilibrio entre ambas cosas es fundamental según Jiménez.
La opinión de la psicóloga invita a reflexionar sobre las exigencias que pesan sobre los jóvenes de familias reales. Además, subraya que la infancia debe ser un tiempo para crecer con apoyo y sin presiones excesivas.
Diana Jiménez analiza los retos emocionales a los que se enfrenta el príncipe George
La psicóloga infantil explica que la madurez prematura a la que está sometida el príncipe "tiene una doble desventaja". Según ella, esta situación puede hacer que los niños olviden que todavía son niños y necesitan tiempo para jugar y expresarse libremente. Por eso, insiste en que las familias deben garantizar espacios para que los pequeños puedan equivocarse, reír y manifestar sus miedos sin presiones.
Al cumplir doce años, la vida del príncipe George ha cambiado notablemente. Ahora ya no puede volar con su padre para garantizar la sucesión en caso de accidente, una restricción que podría generar preocupación en un niño de su edad. Además, para que la familia viaje junta se requiere un permiso especial del rey Carlos III, lo que añade complejidad al entorno familiar.
Pese a estos cambios y responsabilidades, Jiménez recalca que “a los doce años, todavía es un niño”. La experta anima a los príncipes Guillermo y Kate a no precipitarse y a permitir que George atraviese cada etapa con calma. Sin embargo, también subraya que preparar al joven para su futuro reinado es fundamental y que esta comienza en la infancia.
Según la psicóloga, los hermanos menores de George, Charlotte y Louis, tendrán una infancia más relajada y con menos presión. “El primogénito vive un tiempo como un rey absoluto hasta que llega el segundo, que aprende a negociar su espacio, y el menor suele ser más libre y creativo”, explica Jiménez.