La última edición de revista TIME, que incluye a los personajes más influyentes, refleja un fenómeno que va más allá de sus páginas. La salida de los Sussex y la entrada de los príncipes de Gales, bien podrían interpretarse como un espejo de lo que está sucediendo.
Tras la separación de Harry y Meghan Markle de la Casa Real, los Beckham han emergido como los nuevos aliados estratégicos de Guillermo y Kate. Configurando un nuevo eje de poder y visibilidad pública.
El príncipe Harry estará hundido tras la última hora de David Beckham
David Beckham se ha convertido en una pieza clave para la estrategia de modernización y expansión internacional que el príncipe Guillermo está llevando a cabo. La alianza entre ambos ha permitido a la monarquía británica conectar con sectores que antes eran difíciles de alcanzar.
Especialmente en Estados Unidos, donde David Beckham ejerce una enorme presencia gracias a su papel como propietario del Inter de Miami. Desde que Guillermo asumió el título de príncipe de Gales, ha apostado por transformar por completo su imagen pública.

Junto a Beckham, ha logrado recaudar más de 20 millones de dólares para el Servicio de Ambulancias Aéreas de Londres. Una colaboración que ha permitido adquirir helicópteros de emergencia fundamentales para salvar vidas.
Además, David Beckham mantiene compromisos destacados con Unicef y la fundación del rey Carlos III, reforzando su papel como un referente social comprometido. Su implicación en estas organizaciones le ha permitido ampliar su influencia y contribuir activamente a causas benéficas.
El príncipe Harry está más solo que nunca
Mientras tanto, el príncipe Harry, que fue incluido en ediciones anteriores de TIME, ha desaparecido de esta última lista. Reflejando su creciente distanciamiento tanto de la corona como del círculo íntimo de apoyo.
La relación entre Beckham y Harry parece haberse enfriado, un contraste significativo con el fuerte vínculo que Beckham mantiene con Guillermo y Kate. Esta distancia no solo es simbólica, sino que también se refleja en la menor presencia y apoyo visible de Harry.

Así, mientras la relación entre Beckham y Guillermo florece, la de Beckham con Harry se diluye. Esto pone en evidencia una nueva configuración de poder e influencia dentro y fuera del Reino Unido, donde los Beckham se perfilan como los aliados de los príncipes de Gales.
Este cambio no solo redefine las dinámicas familiares, sino que también marca un giro estratégico en la forma en que la monarquía británica se proyecta en el mundo. Se apoya en alianzas que amplían su alcance y refuerzan su relevancia global.