La Promesa arranca la semana con el golpe inesperado que ha recibido el personaje al que da vida Isabel Serrano. La amiga íntima de Cruz se ha ganado un puesto protagonista en palacio que ha contribuido a aumentar las tensiones.
Justo cuando parecía que tenía todo bajo control, una nueva enemiga ha llegado para complicarle la vida. Desde este momento, Leocadia deberá lidiar con un frente que no se esperaba y que pretende derrotar.

Isabel Serrano se gana una nueva enemiga dentro de La Promesa
Los seguidores de La Promesa tienen por delante una nueva entrega de las intrigas que se están sucediendo en palacio. El viernes, los ‘promisers’ fueron testigos de cómo algunos de sus personajes favoritos se encuentran en una encrucijada. Como la que ha experimentado el papel que interpreta Isabel Serrano y que, sin duda, será clave en el devenir de la serie de ficción.
La Promesa ha desvelado quién es la nueva enemiga de Leocadia: Enora. La rivalidad entre ellas cobra gran intensidad en los nuevos episodios, destacando una tensión creciente. Todo surge después de que Manuel quedara impresionado por el trabajo de la joven en el hangar.

A raíz de esto, decide contratar a Enora para disgusto de Leocadia, que no tardará en demostrárselo. Esa incorporación al equipo de transformación de motores provocó remordimientos en el personaje de Isabel, quien considera que ese puesto debería ser suyo por antigüedad.
Leocadia exige explicaciones directas a Enora, cuestionando su aptitud y su derecho a estar junto a Manuel en el hangar. La joven, astuta y conciliadora, responde con firmeza, señalando que su contratación provino directamente de Manuel y que cumplirá con sus responsabilidades sin interferencias.
Lo que para la amiga de Cruz supone toda una declaración de guerra que no está dispuesta a dejar pasar. La tensión crece cuando Leocadia recurre a su condición de socia para presionar, exigiendo control sobre cada propuesta y actividad de Enora en el hangar. La joven comparte con Manuel los detalles del enfrentamiento, dejando claro que esa contienda emocional y profesional está afectando su desempeño diario.
Isabel Serrano acorralada en La Promesa
La disputa entre el personaje de Isabel y Enora provoca que Manuel busque directamente una solución. No en vano, este enfrentamiento está afectando al funcionamiento del hangar, lo que pone en riesgo su futuro.
Por ello, acude a La Promesa y se enfrenta a Leocadia para exigir explicaciones sobre su actitud contra Enora y su integración en el proyecto. La discusión entre Manuel e Isabel representa la combinación de intereses empresariales, sentimientos personales y rivalidades laborales complejas.
La escena ocurre, además, justo cuando el escándalo del puñetazo al marqués de Andújar sacude los pasillos de la finca doméstica principal. Esa tensión paralela agrava la situación de Leocadia, sumergiéndola en una tormenta emocional que afecta a su capacidad de decisión y control en el hangar.
Mientras tanto, Enora mantiene la compostura y utiliza sus conocimientos aeronáuticos para demostrar su valía, pese al ambiente hostil que enfrenta. Lo que contribuye a aumentar los recelos del personaje de Isabel Serrano y con ello, la rivalidad.

Leocadia representa esa firmeza tradicional, que se niega a ceder a las ideas de una joven intrusa que pretende cambiar los esquemas establecidos. Enora, por su parte, encarna la renovación necesaria, enfrentándose a las estructuras rígidas que aún defiende Leocadia vehementemente.
Pero existe otro trasfondo mucho más personal que alimenta la animadversión que siente el alter ego de Isabel Serrano. La presencia de la joven en el hangar amenaza su estatus y su vinculación emocional con Manuel. La atmósfera en el hangar se vuelve prácticamente irrespirable y abre una nueva brecha en La Promesa.