La muerte de Michu, quien fuera pareja de José Fernando Ortega, ha conmocionado el mundo del corazón en España. La joven de 33 años era hallada sin vida la madrugada de este lunes, 7 de julio, en su vivienda. Aunque no se han confirmado las causas exactas, todo apunta a que su delicado estado de salud, marcado por una enfermedad cardíaca crónica, podría estar detrás del desenlace.
Desde hace años, Michu arrastraba problemas de corazón que la obligaron a pasar varias veces por quirófano. A pesar de los esfuerzos médicos y del apoyo de sus seres queridos, la situación empeoró con el tiempo. Su entorno más cercano llevaba tiempo preocupado por su estado. Especialmente desde el duro golpe físico y emocional que sufrió el año pasado.

Una vida marcada por su amor con José Fernando
El nombre de Michu se hizo conocido por su relación con José Fernando, hijo del torero José Ortega Cano y de la recordada Rocío Jurado. La pareja protagonizó numerosos altibajos que les convirtieron en centro de atención mediática durante años. Pese a las polémicas, también vivieron momentos de felicidad, como el nacimiento de su hija en común.
En 2017, dieron la bienvenida a la pequeña Rocío, a quien bautizaron así en honor a la abuela paterna. Desde entonces, la niña fue el gran motor de sus vidas. A través de redes sociales, Michu mostraba el crecimiento de su hija. Y es que, desde temprana edad ha demostrado una gran afinidad por la música y la danza, siguiendo los pasos de la familia.
La pérdida más dura de Michu
Sin embargo, no todo en la historia de Michu y José Fernando fue alegría. En 2024, la joven confesó en una entrevista exclusiva con Semana que había perdido al segundo bebé que esperaban. El embarazo no llegó a superar los dos meses, y fue interrumpido por complicaciones médicas derivadas de la frágil salud de Michu.

Según explicó entonces, el aborto tuvo lugar el 8 de marzo, Día de la Mujer. Y es que explicó que su cuerpo no estaba preparado para continuar con la gestación, ya que sufría anemia severa y un cansancio extremo.
Desde su primer embarazo, Michu ya había mostrado signos de debilidad física. Durante la gestación de Rocío, necesitó varias transfusiones a partir del sexto mes. Pero en el segundo embarazo los problemas llegaron mucho antes, lo que llevó a los médicos y a ella a tomar una dolorosa decisión.
La pequeña Rocío, fruto del amor entre Michu y José Fernando, queda ahora como el mayor recuerdo de su madre. Desde que nació, la niña se convirtió en el centro de atención de ambos. Michu solía compartir momentos de la niña cantando o bailando, como tributo a Rocío Jurado.

En cada aparición pública o publicación, dejaba claro lo importante que era su hija para ella. Aunque la relación con José Fernando tuvo muchas etapas turbulentas, ambos siempre coincidieron en que la niña era lo mejor que les había pasado. Ahora, la familia Ortega Cano y el entorno de Michu deberán cuidar del futuro de Rocío en medio de este difícil momento.