Desde que Shakira y Gerard Piqué anunciaron su separación, la cantante ha sido objeto de rumores y cotilleos. Entre ellos se encuentran sus posibles amoríos con distintas celebridades, una lista que aumenta por momentos porque la colombiana es la soltera del año.
Uno de los rumores en el aire es la supuesta relación entre Shakira y el piloto Lewis Hamilton. Después de ir a verlo en el GP de Silverstone e irse juntos al club nocturno de Tape London, las alarmas saltaron inmediatamente.
Tal como informó el periódico The Sun, esa noche «estaban juntos en una mesa VIP en el lugar y se vio a Shakira enfrascada en una conversación con Lewis, así como con varios otros miembros de su séquito».
De escapada romántica en Ibiza
Pero esto no es todo, pues la cantante colombiana y el piloto británico estuvieron juntos en la mansión que Shakira tiene en Ibiza, situada en la lujosa villa Cocoloco.
«Podemos confirmar que Hamilton sí entraba por la noche, suponemos que a verse con Shakira, porque no se le ha perdido otra cosa en esta urbanización», afirmaba la tertuliana y modelo Tamara Gorro.
«Una persona con la que he hablado ha visto a Hamilton entrado aquí una de las noches en la urbanización», explicaba.
Pero parece que la relación entre Shakira y Hamilton no ha ido más allá por un motivo que reveló Víctor Florencio, más conocido como El niño prodigio, en la revista People.
Shakira: ¿en busca del tercero?
El escrito y astrólogo confía en que la relación no ha tirado millas porque el piloto británico «anda buscando un hijo» y Shakira, que ya tiene a dos pequeños, ahora mismo «no está para eso».
Esta diferencia habría hecho que la pareja se estancara, aunque el dominicano asegura que tienen una gran amistad, a pesar de que se han distanciado.
«Hay algo bonito entre ellos, pero es una amistad. Si se unen en un negocio, les va a ir muy bien. No veo muchas cosas en el futuro», explica el vidente.
Además, El niño prodigio se ha animado a contar como serían en la cama: «Hamilton es Capricornio. Shakira es Acuario. Son aire y tierra. ¡Serían un tornado en la cama!».