La reina Mary de Dinamarca ha dado un paso poco habitual en la realeza: hablar con franqueza sobre sus hijos y su vida privada. Su reciente aparición en un programa de televisión ha permitido conocer una faceta más humana y cercana de la consorte. En un entorno natural y relajado, Mary ha confirmado lo que muchos en Dinamarca ya intuían sobre su hijo mayor.
Desde los jardines del castillo de Fredensborg, Mary ha aprovechado su intervención para mostrar no solo su interés por la biodiversidad, sino también su visión como madre de cuatro adolescentes. Su participación ha generado gran interés mediático, especialmente por las declaraciones que hizo sobre Christian, el heredero al trono. Pero antes de esa revelación, Mary dejó varias pistas sobre la educación y los valores que quiere transmitir a sus hijos.
Una madre entre jardines y decisiones familiares
La reina Mary apareció en el programa El jardín de Søren Vester, mostrando los rincones más verdes de la residencia real. Acompañada del presentador, se mostró natural, cercana y orgullosa del proyecto ecológico que ha desarrollado junto a su familia. Aseguró que su amor por la naturaleza ha crecido desde que vive en Fredensborg.
Durante el recorrido, Mary explicó que el jardín no solo representa su compromiso con el medioambiente, sino también un espacio de convivencia familiar. Es allí donde la familia real pasa muchos momentos al aire libre, lejos del protocolo y las cámaras. “Nunca imaginé participar en un programa de jardines”, confesó entre risas, dejando ver su lado más espontáneo.
La reina también compartió que fue en este entorno donde sus hijos han aprendido el valor del respeto por la naturaleza. Comentó que, sin necesidad de decirlo, los cuatro disfrutan del aire libre y del ejercicio físico. Para ella, esta conexión con el entorno es fundamental en la educación de los futuros representantes de la monarquía.
Los caminos de sus hijos toman rumbos distintos
Mary y Federico son padres de cuatro hijos que ya han empezado a tomar sus propias decisiones. Christian, de 19 años, sigue formándose en las Fuerzas Armadas, preparándose para su futuro como heredero. Isabel, su hermana menor, está terminando la etapa escolar en el instituto Øregård.
Mientras tanto, los mellizos Vicente y Josefina también emprenden rutas distintas. Vicente continuará sus estudios en una escuela de Copenhague, mientras que Josefina comenzará el internado en Juelsminde, a más de 280 kilómetros de casa. Esta dispersión geográfica refleja el momento de transición que vive la familia real.
Mary reconoció que, aunque cada uno va tomando su propio camino, siguen muy unidos. Aprovechan el tiempo juntos en familia cuando pueden, especialmente en los jardines que tanto disfrutan. A pesar de sus distintas trayectorias, comparten valores comunes como el deporte, la responsabilidad y el contacto con la naturaleza.
La reina Mary confirma lo que muchos sospechaban sobre Christian
Durante la conversación con Søren Vester, Mary habló abiertamente sobre su primogénito, Christian. Sin rodeos, confirmó lo que se venía comentando: el joven está comprometido con su papel como heredero y preparado para asumir sus responsabilidades. Su formación militar no es solo un requisito, sino una elección que él mismo apoya con convicción.
Mary describió a Christian como un joven serio, disciplinado y consciente del rol que tendrá que desempeñar en el futuro. Añadió que su hijo está asumiendo esa preparación con madurez, pero sin perder la esencia de un joven de su edad. "Está comprometido con su formación, pero también sabe disfrutar del presente", explicó con orgullo.
Esta confesión fue interpretada como una confirmación pública del compromiso de Christian con la Corona danesa. La reina, sin necesidad de discursos oficiales, dejó claro que su hijo está listo para representar a la nueva generación real. Y que, más allá de su título, es un joven con principios firmes y muy centrado.