La reina Camila se ha quedado sin poder articular palabra tras lo último que ha hecho el rey Carlos III en palacio. En medio de su lucha contra el cáncer, el soberano británico mantiene la cabeza ocupada dedicándose a reorganizar su reinado. Sin duda la situación no era la que esperaba tras heredar la corona de su madre, pero su objetivo es que su paso sea recordado.
Para ello está tomando una serie de decisiones que están causando un gran revuelo entre los pasillos de Buckingham. A la reina Camila no le queda otra que aceptar las nuevas reglas, consciente de que Carlos lo hace por el bien de la institución.

La reina Camila se queda en shock tras lo último del rey Carlos III
El rey Carlos III compagina su lucha contra la enfermedad con su compromiso institucional. Estos tres años de reinado, no han resultado fácil llevarlos a cabo con su situación personal. No obstante, esto no le ha impedido tomar ciertas decisiones encaminadas a que su reinado con la reina Camila sea recordado.
La última determinación que ha tomado Carlos III es eliminar la norma que obligaba a vestir de blanco en la pista privada de tenis. La reina Camila se ha quedado muda ante este paso, pues supone eliminar una norma centenaria establecida por Jorge V en 1919. Aunque parezca un pequeño gesto, afirman que es “muy representativo del enfoque más relajado que Carlos está adoptando”.

Este cambio responde a una voluntad clara de modernizar la institución real, moderar el protocolo y ofrecer comodidad y libertad de estilo personal. La eliminación de esa regla centenaria supone una relajación simbólica que mantiene el respeto por la tradición sin rigidez inútil.
El objetivo declarado del rey Carlos III es permitir que familiares, invitados y empleados puedan elegir la vestimenta que deseen en la pista. Esta decisión encaja en una visión más amplia de modernización impulsada por rey Carlos III, que ya ha aplicado otras reformas internas. La reina Camila apoya los pasos que está dando su marido contribuyendo así a mejorar la imagen de la institución.
La reina Camila apoya en silencio las nuevas reglas del rey Carlos III
El mensaje implícito es claro: el rey Carlos III quiere una monarquía más accesible y moderna, donde el protocolo no sea una barrera. Y en esa narrativa, la reina Camila se posiciona como aliada discreta y elegante que acompaña esa transformación.
No en vano, sabe que este nuevo enfoque podría beneficiarle de cara a la opinión pública, siempre tan crítica con ella. Aunque ella no participa directamente en partidos de tenis reales, esta relajación del protocolo contribuye a proyectar una pareja real más cercana y actualizada. Desde su coronación, la reina Camila y el rey han expresado una voluntad conjunta de mostrar naturalidad y calidez en cada aparición.

También de un respeto por el medio ambiente que ayuda a darle a la monarquía una visión más comprometida. De hecho, otra de las normas que ha adoptado ha sido modificar la temperatura de la piscina climatizada de Buckingham. De ahora en adelante, para rebajar el consumo eléctrico, ha bajado la temperatura.
Para la reina Camila, este movimiento del rey Carlos III tiene implicaciones indirectas en su imagen pública. Sin tener que tomar grandes decisiones, Camila participa de manera directa de todos los beneficios que se están llevando a cabo.
Aunque estos cambios no han estado exentos de polémica. Los más puristas no ven con buenos ojos la modificación de normas centenarias y consideran que el protocolo real no debe alterarse tan fácilmente. No obstante, para muchos es una señal de que incluso lo más rígido puede evolucionar sin perder su esencia.