Durante su última aparición pública en el palacio de Marivent, el rey Felipe lanzó un tajante y revelador mensaje sobre su hija, la infanta Sofía. Y es que la joven no pudo evitar ser señalada públicamente por el papel que desempeñó aquel día.
El pasado lunes, 4 de agosto, tuvo lugar uno de los actos más esperados de la Familia Real española de su agenda estival: la tradicional recepción en el palacio de Marivent. Evento al que acudieron varias autoridades de Baleares y una representación de la sociedad balear, entre ellos, los deportistas Rafa Nadal y Rudy Fernández.

Además, y tras presidir el correspondiente besamanos, el rey Felipe no tuvo reparos en compartir con todos los allí presentes un claro discurso: renovación y tradición pueden convivir.
Sin embargo, el mensaje del monarca que más llamó la atención no se encontraba precisamente entre las líneas de su discurso, sino en la decisión que tomó con su hija Sofía.

Y es que, según pudimos ver aquel día, el rey Felipe decidió darle un papel mucho más relevante a la infanta dentro de la institución. Un pequeño, pero significativo gesto que no ha pasado para nada desapercibido.
El rey Felipe lanza un claro mensaje urgente sobre su hija, la infanta Sofía: quiere que tenga un papel más relevante
Durante todos estos años, tanto el rey Felipe como la reina Letizia han permitido que sus hijas crezcan con naturalidad, sin verse forzadas a asumir el peso de la institución. Pero el pasado lunes supuso un antes y un después en la princesa Leonor y la infanta Sofía.
Tal y como pudimos apreciar, aquel día, las hermanas comenzaron a asumir un rol mucho más activo dentro de la Corona. Tanto es así que han dejado de ser meras observadoras en los actos institucionales para convertirse en las grandes protagonistas de estos.

De hecho, no hay duda de que tanto la infanta Sofía como la futura reina de España se han integrado con soltura a la vida pública, reflejando la madurez adquirida con los años. Además, con este gesto, Felipe VI marcó un punto de inflexión en la imagen pública de la monarquía.
La esperada recepción oficial comenzó cuando los reyes, sus hijas y la reina Sofía salieron por la majestuosa entrada del palacio de Marivent. Al otro lado, más de 600 invitados esperaban con abanicos en mano y bebidas frías, listos para participar en el correspondiente besamanos.
Este año, este saludo protocolario cobró un significado especial, ya que, por primera vez, se sumaron Leonor y la infanta Sofía. Momento en el que ambas tuvieron la oportunidad de recibir uno a uno a todos los asistentes durante más de veinte minutos.
Tras el saludo, el rey Felipe y el resto de miembros de la Familia Real se integraron con los asistentes, conversando en un tono informal sobre diversos temas. La cena, elaborada por el chef Andreu Genestra, rindió homenaje a la cocina balear con sabores locales y productos de temporada.