Rosa Peral es una de las protagonistas de estos últimos días. Cinco años después de cometer uno de los crímenes más populares de Cataluña, 'El Crimen de la Guardia Urbana', la asesina vuelve a estar en el foco mediático.
El estreno de 'El cuerpo en llamas', la serie de Netflix que narra el crimen que protagonizó, es un asunto que molesta a Peral. De hecho, la condenada presentó una demanda porque cree que atenta a su honor. Finalmente, la justicia no ha aceptado su petición y la serie se estrenará, tal y como estaba prevista, el próximo 8 de setiembre.
Gracias a 'Crims', de TV3, se conocen muchos aspectos y detalles del caso y de sus protagonistas. Además, este viernes 8 de septiembre se estrena la ficción de 'El cuerpo en llamas', protagonizada por Úrsula Corberó. Pero no solo eso, sino que la propia Rosa Peral estrena también su propio documental: 'Las cintas de Rosa Peral'. En él, la autora del 'Crimen de la Guardia Urbana' rompe el silencio y pretende responder a la ficción de Netflix.
Los romances de Rosa Peral
La realidad es que Rosa se ha convertido en una de las asesinas más mediáticas. Mató y calcinó a su pareja, Pedro Rodríguez, junto a su compañero y amante Albert López. Todos ellos formaban parte del cuerpo de la Guardia Urbana de Barcelona.
Según Metrópolis, Rosa habría empezado a ser infiel mucho antes de entrar en el cuerpo policial. Antes de entrar en el cuerpo trabajaba como camarera en una discoteca y, según cuenta Metrópolis, se acostaba con muchos de sus clientes. Un hecho que no cambió cuando entró en el cuerpo.
Con 23 años, se acostó con Óscar, un subinspector de la Guardia Urbana, mientras mantenía una relación con Rubén, Mosso d'Esquadra, con quien se casó y tuvos sus dos hijas. Todo demuestra que era incapaz de mantener una relación seria y estable, ser infiel era una vía de escape para ella.
Su romance con Rubén terminó a causa de su infidelidad con Pedro, agente de la Guardia Urbana. A este también le fue infiel, concretamente con Albert, su aliado para cometer el crimen.
Una fuente de conflictos
Los investigadores del caso la consideran una persona «egoísta y con poca tolerancia a la frustración». Su dureza y su falta de empatía es lo que más destacan en ella. Según cuentan, su carácter le ocasionó problemas en la cárcel, pero también fuera.
Ingresó en la cárcel en mayo de 2017 y, durante estos años, ha sido trasladada y expulsada por protagonizar varios conflictos. Según La Vanguardia, la asesina ha seguido la misma trayectoria que cuando estaba en libertad. Ha sido la protagonista de varios conflictos entre las reclusas, motivos por los cuales ha tenido que ser trasladada.
En otra ocasión, otras fuentes aseguran que el traslado de Brians 1 se forzó para evitar que ella fuera agredida por otras internas, ya que «trastocaba el equilibrio y la paz de la cárcel».
Los vínculos intensos que mantuvo en la cárcel fueron determinantes para tomar la decisión, según La Vanguardia. De hecho la directora aseguró que «creaba vínculos intensos con las internas del grupo penitenciario, grupos cerrados que duraban poco tiempo. Cuando la relación entre estas internas se rompía, se creaba un alto nivel de hostilidad entre ellas».
Cinco años más tarde, el documental de 'Las cintas de Rosa Peral' relatará el testimonio de la asesina, quien ofreció la entrevista desde la cárcel. El mismo día que podremos ver a Úrsula Corberó haciendo de Rosa Peral.