Rosa Peral vuelve a la palestra. El mes de mayo de 2017 cambió todo para la entonces agente de la Guardia Urbana de Barcelona. El cadáver de su expareja, Pedro Rodríguez, aparecía calcinado al maletero de un coche al pantano de Foix. Ella y su amante, Albert López, fueron los acusados los hechos.
Los tres formaban parte del cuerpo de agentes de la Guardia Urbana de Barcelona. Ahora, la serie de Netflix 'El Cuerpo el Llamas', vuelve a poner el relato de los hechos al orden del día y son muchas las incógnitas que todavía planean sobre qué pasó realmente.
Rosa Peral, una pesadilla en la cárcel
Rosa Peral ha sido cerrada en diferentes prisiones desde entonces. El cierto es que su día a día en centros penitenciarios ha sido muy difícil de gestionar. La periodista Mayka Navarro, explicaba el pasado sábado en una entrevista en 'Catalunya Ràdio' que su paso por la prisión de Wad Ras, en Barcelona, fue absolutamente dantesco. Tanto, que la directora suplicó "que la cambiaran de prisión".
"Llega a Wad Ras, que es una prisión muy pequeña de Barcelona, con unas relaciones personales muy consolidadas entre las presas del centro. Tras pocos meses, la directora hace una carta suplicando que la trasladen. En poco tiempo dinamitó todas las relaciones personales de la prisión y perturbó la calma. Lo convirtió todo y el ambiente se volvió irrespirable. Decía cosas de las presas, las señalaba, rompía relaciones estables entre mujeres... fue un desastre", explica Navarro.
Brians 1 y un suicidio en la cárcel
Rosa Peral es trasladada de prisión justo después de que la directora de Wad Ras lo solicitara. El exagente de la Guardia Urbana de Barcelona aterriza entonces en la prisión de Brians 1. La atención sobre la presa es mucho más evidente y esto hace que en el interior de la prisión genere cierta expectación.
Tanto es así, que un caso relacionado con ella acabó con una muerte que nunca se ha acabado de saber muy bien qué pasó. Así lo explica Mayka Navarro.
"Después de Wad Ras, Rosa Peral fue a Brians 1. Una vez dentro, se la detiene acusada de presuntamente buscar un sicario para hacer daño en el padre de sus hijas (que no es ni Albert López, ni el difunto Pedro Rodríguez. Es una tercera persona). Ella siempre lo niega; y, de hecho, explica que la presa que lo reveló lo hizo porque estaba enamorada de ella y le quería hacer daño. Ella siempre dijo que era mentira. Tiempo después, esta presa que hizo la revelación se acabó suicidando".