El 11 de mayo fue un día señalado en el calendario de la Casa Real de Mónaco. A pesar de que la noticia sobre la primera comunión de los gemelos Jacques y Gabriella era esperada, el verdadero "notición" pasó desapercibido para muchos.
Tal como se ha confirmado, la familia real celebraba este importante paso en la vida religiosa de los niños. Sin embargo, hubo un pequeño gesto que dejó entrever mucho más de lo que aparentaba: la princesa Gabriella agarrando el pulgar de su hermano Jacques.

Se confirma el notición de la princesa Gabriella
En las imágenes que la Casa Real compartió en su cuenta oficial de Instagram, se puede ver a los pequeños sonrientes, radiantes de felicidad, rodeados de su familia. Las instantáneas muestran a los gemelos acompañados de sus padres, los príncipes Alberto y Charlene.
Y es que ambos no pudieron ocultar su orgullo por el importante momento que vivían sus hijos. No obstante, en una de las fotos, un detalle pequeño, pero significativo, llamó la atención: Gabriella toma el pulgar de su hermano Jacques.
Este gesto, aparentemente inocente, tiene un gran peso simbólico, especialmente en el contexto de la familia real. Jacques y Gabriella, quienes han sido siempre el centro de la atención mediática, se han mostrado como una pareja de hermanos cercanos.
Ambos están unidos no solo por el lazo sanguíneo, sino por una relación de cariño y apoyo mutuo. En ese preciso momento, la princesa Gabriella no solo mostraba afecto hacia su hermano, sino que también reafirmaba esa cercanía que ha sido una constante en su vida.
La imagen de Gabriella cogiendo el pulgar de Jacques ha sido considerada como un símbolo de la unión inquebrantable entre los dos. Es una muestra de que, más allá de los protocolos, los gemelos mantienen una relación muy cercana.

Alberto y Charlene de Mónaco, muy orgullosos de sus hijos
En la foto, el príncipe Alberto, visiblemente emocionado, coloca su mano sobre el hombro de su hijo Jacques. Reafirmando su apoyo y afecto en un momento tan crucial para su familia. Este gesto paternal también ha sido interpretado como un símbolo de protección.
Este gesto de Gabriella es un recordatorio de que, a pesar de su estatus, la familia real de Mónaco es ante todo una familia unida. Sin duda, este pequeño detalle será recordado por los seguidores de la familia real como un símbolo de amor fraternal.