Pese a la discreta vida que siempre ha llevado, el hijo mayor de Iñaki Urdangarin, Juan Urdangarin, ha vuelto a convertirse en el centro de todas las miradas. Y todo después de que varios medios de comunicación hayan vuelto a poner sobre la mesa la mala relación que mantiene con su abuelo materno.
Durante todos estos años, Juan Carlos I siempre ha mostrado un gran interés por el bienestar de su familia, especialmente por sus ocho nietos. De hecho, según varias fuentes, el emérito destina unos 10.000 euros mensuales a cada uno de ellos para cubrir sus estudios y otros gastos personales.

Una gesto del que, tal y como ha trascendido, no se benefician Leonor y Sofía, las hijas de Felipe VI y doña Letizia. Y es que, a diferencia de Juan Urdangarin y el resto de sus primos, de su educación y mantenimiento se encargan los reyes de España.
Sin embargo, a pesar de esta gran ayuda económica que recibe de su abuelo materno, el vínculo con Juan Urdangarin sigue completamente roto. Una tensa situación familiar que tiene su origen en uno de los escándalos que más han perjudicado a la Casa Real de nuestro país.
Juan Urdangarin se niega a tener una relación cordial con Juan Carlos I, su abuelo materno
Tal y como señalan varios medios, Juan Urdangarin, hijo mayor de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin, mantiene una relación de lo más tensa con Juan Carlos I. Tanto es así que, incluso, llegaron a protagonizar una fuerte discusión hace unos años.

Todo ocurrió cuando el exduque de Palma le pidió dinero al emérito a cambio de su silencio. Momento en el que el joven responsabilizó a su abuelo de los problemas que han afectado a su padre y a toda su familia.
No hay duda de que el estallido del caso Nóos marcó un antes y un después en la monarquía de nuestro país. Por aquel entonces, Juan Carlos I aún era rey, pero ya enfrentaba un desgaste de imagen por sus propios escándalos.
Por eso, la institución no se lo pensó dos veces a la hora de preparar a Felipe VI para asumir el trono y ofrecer una nueva etapa, marcada por la transparencia.

Pese a su poder y su inviolabilidad, Juan Carlos I no pudo proteger a Iñaki Urdangarin de la justicia. Tanto es así que, según apuntan varios medios de comunicación, solo logró evitar que su hija, la infanta Cristina, acabase en prisión, algo que habría provocado una crisis institucional aún mayor.
De esta forma, el padre de Juan Urdangarin se convirtió en un símbolo de justicia ejemplar. La estrategia fue clara: demostrar a la ciudadanía que nadie estaba por encima de la ley. Con ello, la Casa Real intentaba recuperar la confianza pública en plena tormenta mediática.
Por eso, y aunque el emérito ha seguido haciéndose cargo de su bienestar y el de sus hermanos, Juan Urdangarin no puede perdonar. Y parece que tampoco puede ni siquiera olvidar todo lo que ha sufrido su padre por culpa de su abuelo.