La preocupación ha vuelto a instalarse en el entorno de Carolina de Mónaco tras conocerse que su expareja, Ernesto de Hannover, ha sido ingresado de urgencia en Madrid. El aristócrata alemán fue trasladado este domingo 25 de mayo a la Clínica Ruber Internacional, un centro médico donde ya había estado hospitalizado semanas atrás. Por el momento no se han dado detalles sobre las causas de este nuevo ingreso, aunque el estado del príncipe es delicado.
La noticia ha sido adelantada por la revista Semana, que ha confirmado que Ernesto acudió inicialmente a urgencias y, tras la evaluación médica, se decidió su ingreso inmediato. La situación es alarmante teniendo en cuenta que hace apenas un mes, el pasado 21 de abril, fue dado de alta tras otro susto importante. En aquella ocasión, permaneció hospitalizado durante veinte días y su salud llegó a requerir cuidados intensivos.

El príncipe alemán, de 70 años, había sido ingresado anteriormente el 3 de abril, también en la clínica Ruber Internacional de Madrid. Según se ha sabido, acudió de madrugada al servicio de Urgencias por complicaciones inesperadas. Aunque su estado fue manejado inicialmente con prudencia, días después su evolución se complicó y fue necesario trasladarlo a la UCI.
Este nuevo ingreso ha despertado una profunda preocupación tanto en su entorno familiar como en la prensa internacional. Las fuentes médicas aún no han confirmado si se trata de una recaída relacionada con aquella dolencia o si ha surgido una nueva complicación. Lo cierto es que Ernesto ha atravesado numerosos episodios de salud inestable en los últimos años, algunos de ellos relacionados con su estilo de vida y problemas crónicos.
Claudia Stilianopoulos, su actual pareja, ha señalado recientemente que el origen de sus dolencias podría estar relacionado con una enfermedad crónica. Al principio, se especuló con que la causa de su deterioro era una pancreatitis o secuelas de una cirugía reciente, pero estas hipótesis fueron descartadas. Lo que sí se ha confirmado es que su salud continúa siendo motivo de constante atención.
La familia de Carolina de Mónaco no reacciona
Por su parte, la Casa Real de Mónaco se ha mantenido en un absoluto silencio ante esta situación. Aunque Carolina de Mónaco y Ernesto llevan muchos años separados, siguen legalmente casados, y cualquier asunto relacionado con su estado personal no deja de tener una implicación institucional. Sin embargo, el hermetismo con el que se trata este asunto parece responder a un deseo de mantener la privacidad en un momento tan delicado.

Para la princesa Carolina, esta situación representa un duro golpe emocional. Aunque su matrimonio con Ernesto ha estado marcado por las distancias, las polémicas y una larga separación sin divorcio formal, el vínculo no ha desaparecido. La realidad es que el deterioro de salud de su todavía marido legal afecta también, aunque indirectamente, a la imagen de la familia Grimaldi.
Durante las últimas décadas, Carolina ha intentado mantener una vida pública centrada en sus funciones institucionales, en la cultura y en el bienestar de sus hijos. Sin embargo, cada aparición de Ernesto de Hannover en los medios, ya sea por razones médicas o por polémicas personales, termina salpicando a la princesa. La gravedad de su situación actual, además, ha despertado un torrente de solidaridad, pero también de atención mediática, que Carolina seguramente habría preferido evitar.
La noticia que afecta a Carolina de Mónaco
No hay confirmación sobre si la princesa ha viajado a Madrid o ha establecido algún contacto con el equipo médico que atiende a Ernesto. Pero dado que ambos mantienen aún un lazo legal y que su relación fue durante años una de las más comentadas del panorama aristocrático europeo, es muy probable que esté al tanto de cada novedad. De momento, no se espera ningún comunicado oficial por parte de Mónaco, aunque el silencio no ha disminuido el interés público.

El matrimonio entre Carolina de Mónaco y Ernesto de Hannover ha sido uno de los más turbulentos dentro del ámbito de la realeza europea. Contrajeron matrimonio en 1999 y durante los primeros años mostraron cierta complicidad en actos oficiales, pero con el tiempo las tensiones fueron en aumento. Las ausencias, los desencuentros y los escándalos protagonizados por Ernesto acabaron por alejarles casi por completo.
Aunque llevan separados de hecho desde hace más de una década, nunca formalizaron el divorcio. Esta situación ha dado pie a especulaciones constantes sobre si existe algún tipo de acuerdo o simplemente se trata de una decisión personal. Lo cierto es que, a pesar de sus diferencias, la figura de Ernesto sigue ligada a la de Carolina, tanto por motivos legales como por la historia compartida.
En los últimos años, Ernesto ha sido noticia más por sus problemas personales que por su papel institucional. Sus ingresos hospitalarios se han vuelto frecuentes, y su estado general parece deteriorarse cada vez más.