No está siendo un buen año para una de las cadenas de comida rápida más conocidas del mundo. Aunque siempre ha sido un referente para millones de consumidores, la situación actual ha puesto a McDonald’s contra las cuerdas en su propio territorio. Todo apunta a que ni las ofertas ni los nuevos menús logran revertir la tendencia negativa.
En los primeros meses de 2025, las ventas en Estados Unidos cayeron un 3,6% en comparación con el mismo periodo del año anterior. A esto se suma una bajada del 3% en sus ingresos operativos, según el último informe financiero del primer trimestre. Y por si fuera poco, el número de clientes que visitaron sus locales se redujo en un 2,6%, de acuerdo con los datos de Placer.ai.
Inflación, crisis y escándalos
El director ejecutivo de McDonald’s, Chris Kempczinski, afirmó en la llamada de resultados del 1 de mayo que la inflación y la incertidumbre económica están afectando al consumo. Afirmó que sabían que 2025 iba a ser un año complicado, pero los conflictos geopolíticos y el clima de inestabilidad han hecho que sea peor de lo previsto. En octubre del año pasado, además, la empresa sufrió un brote temporal de E coli en algunos establecimientos, lo que espantó a más clientes.
Durante el último año, muchos consumidores han expresado su malestar por la subida de precios en los menús. Un simple combo como el McDouble puede costar más de lo esperado en varios estados. Aunque McDonald’s ha intentado atraer a los clientes con promociones, los efectos han sido limitados, las subidas de precios han generado la percepción de que se está cobrando de más.
Una nueva amenaza para la cadena
A estos problemas se suma una acción que golpea aún más sus cifras: un boicot nacional. Entre el 24 y el 30 de junio, la organización The People’s Union USA convocó un boicot contra McDonald’s, según revela The Street.
Esta agrupación ya ha liderado acciones similares contra gigantes como Amazon, Walmart o Target. El argumento principal es que la compañía “paga menos impuestos que sus propios trabajadores”, según su fundador John Schwarz.
Schwarz también ha acusado a McDonald’s de haber incrementado los precios de forma abusiva mientras mantiene beneficios récord. Además, sostiene que la empresa tiene un largo historial de prácticas antisindicales y explotación laboral.
“Usan las franquicias como escudo legal para evitar responsabilidades directas”, escribió en una publicación de Instagram. El activista también denuncia el impacto ambiental de la cadena y su uso de campañas de imagen inclusiva que, según él, no se reflejan en sus acciones políticas.
Esta ola de boicots no es aislada. Según un estudio de CLYDE/Ipsos, el 53% de los estadounidenses afirma que dejaría de consumir productos de una empresa si esta defiende causas con las que no están de acuerdo. En ese contexto, McDonald’s parece haber perdido el favor de muchos, en un país donde la protesta también se expresa con la cartera.