El mercado de las telecomunicaciones en España está a punto de vivir un cambio histórico. Movistar, la operadora líder en el país, estaría planeando un gran movimiento estratégico: quedarse con una parte muy importante de Vodafone España. Este posible acuerdo no solo tendría impacto nacional, sino que también abriría la puerta a una expansión más sólida por parte de Telefónica en Europa.
Sin embargo, no son los únicos con interés en esta jugada. Orange, a través de MasOrange, observa de cerca y podría entrar en la operación para llevarse una parte clave del pastel.
Según Expansión, Telefónica ya estaría valorando con números en mano la posibilidad de adquirir activos importantes de Vodafone. Aunque todavía no hay nada cerrado, la operación suena cada vez con más fuerza. Eso sí, se trata de una compra de gran envergadura y con muchos retos regulatorios y estratégicos.

Europa necesita grandes operadores capaces de competir a escala continental. Por ello, se cree que las autoridades europeas de competencia podrían mostrar cierta flexibilidad si eso ayuda a consolidar grandes grupos. Telefónica busca precisamente eso: reforzar su posición en España para poder dar el salto a Europa con más garantías.
Movistar no se haría con todo Vodafone
Ahora bien, es poco probable que Movistar pueda quedarse con todo Vodafone España. Un movimiento así concentraría demasiada cuota de mercado en una sola empresa. Por ejemplo, solo en fibra óptica, Movistar tiene más del 31% y Vodafone casi el 14%.
En móviles, Movistar también lidera, mientras que Vodafone aporta casi un 20%. Juntas, superarían el 45% del mercado. Aunque no se romperían del todo los límites legales, podría ser visto como un movimiento excesivo por parte de los reguladores.
Es aquí donde entra en juego MasOrange, la operadora nacida de la fusión de MásMóvil y Orange. Una de las opciones sobre la mesa sería que esta adquiriera la división de empresas (B2B) de Vodafone, que tiene alrededor del 18% de este segmento. Dado que Movistar ya domina cerca del 63% del mercado empresarial, si también absorbiera ese porcentaje de Vodafone, su control sería excesivo.

Permitir que Orange se quede con esa parte ayudaría a equilibrar el mercado y haría más viable la operación. Otra posibilidad sería que Orange adquiriera Lowi, la marca low cost de Vodafone. Este movimiento permitiría a Telefónica quedarse con los servicios premium de Vodafone, mientras que MasOrange reforzaría su presencia en el segmento de bajo coste.
Se avecinan novedades
Finalmente, también se abre el debate sobre cómo se repartirían las frecuencias radioeléctricas que posee Vodafone. Para que esta operación tenga éxito, el Gobierno tendría que revisar los límites actuales y permitir una redistribución que incluya a Movistar, MasOrange y también Digi.
Por lo tanto, la posible entrada de Movistar en Vodafone marcaría un antes y un después en las telecomunicaciones en España. Orange, por su parte, no se quedaría de brazos cruzados y ya prepara su estrategia a través de MasOrange. Si todo sigue su curso, podríamos estar ante el nacimiento de un nuevo mapa de operadores.