Adriana Abenia y Jorge Javier Vázquez en el plató de 'Sálvame' en una foto de archivo

La nueva vida de Adriana Abenia tras la polémica: alejada y con sorpresa: inimaginable

Adriana Abenia se ha convertido en abanderada de algo impensable

Adriana Abenia, una de las caras más conocidas de la televisión española, ha dejado atrás la fama frenética de sus primeros años como presentadora. Ahora se centra en su bienestar personal y familiar. Después de años de éxito en programas como Sálvame, ha decidido alejarse de los medios para llevar una vida más tranquila y auténtica.

Este cambio también la ha convertido en defensora de varios temas. Uno de los más destacados es su crítica contra la digitalización de la educación y el uso excesivo de pantallas en las aulas.

Fotografía de Adriana Abenia sonriente con vestido de baño posando frente a un inflable colorido con el letrero
La nueva vida de Adriana | Aragón TV

Adriana Abenia: un giro hacia la paz interior

En los últimos meses, Abenia ha compartido su evolución personal. En su libro La vida ahora, publicado en 2024, relata cómo el éxito y la fama no trajeron la felicidad que esperaba. "Nunca imaginé que me atrevería a abrirme en canal", confiesa. En sus páginas, explica cómo el intentar ser perfecta la llevó a momentos de gran vulnerabilidad.

“Nos enseñan a perseguir la perfección y nos olvidamos de ser nosotros mismos”, señala. Habla sobre cómo, en su juventud, se dejó llevar por las expectativas externas, lo que le pasó factura. Ahora, contar su historia ha sido un acto liberador, no solo para ella, sino también para quienes atraviesan situaciones similares.

Alejada de la televisión, la presentadora ha centrado su vida en su familia y proyectos personales. Vive el presente, disfrutando de su hija Luna y su relación con su marido, con quien lleva años de vida compartida. Aunque sigue trabajando en algunos proyectos, su ritmo es mucho más relajado. Actualmente, presenta programas que recorren España, pero siempre manteniendo un equilibrio con su vida privada.

Lejos quedan sus polémicas, especialmente con Tania Llasera. Surgió por sus diferencias de opinión sobre la delgadez en la publicidad. Tania Llasera defendió que se debe normalizar la diversidad de cuerpos en los medios, mientras que Abenia expresó que no le parecía correcto "hacer apología de la obesidad".

La discusión se dio en redes sociales y generó una avalancha de críticas, con muchos acusando a Abenia de fomentar estereotipos dañinos. Ambas presentadoras, aunque con puntos de vista opuestos, dieron su perspectiva sobre un tema muy sensible.

Captura de Adriana Abenia siendo entrevistada en el programa de Ares Teixidó, 'Ares Revolution'
Adriana Abenia | 8tv

Adriana Abenia contra las pantallas en las escuelas

Uno de los temas que más le preocupa es el impacto de la digitalización en la educación. Abenia ha usado sus redes sociales para criticar cómo las tecnologías se han integrado en las aulas sin considerar sus efectos en los niños. En varios vídeos, ha expresado su desacuerdo con la prohibición de smartphones en las escuelas y tener que hacer los deberes con pantallas.

“Es un sinsentido”, afirma. Abenia también señala los peligros de la exposición constante a las pantallas, como el daño ocular y la falta de habilidades sociales.

Para ella, es urgente repensar el uso de las pantallas en la enseñanza. Defiende un enfoque más equilibrado, en el que la enseñanza viva y las interacciones sociales sean prioritarias. Las pantallas, según Abenia, deberían ser una herramienta puntual y controlada, no la base del aprendizaje. Cree que es necesario preservar el desarrollo físico y emocional de los niños sin depender de la tecnología para todo.

Lejos de los focos mediáticos, Abenia ha encontrado un nuevo propósito en su vida. Su prioridad ahora es la autenticidad y el bienestar. Aunque se ha alejado de la televisión, sigue siendo una figura influyente. Utiliza su plataforma para hablar de temas importantes, como el bienestar infantil y la salud mental.

Su historia de reinvención personal y profesional demuestra que la fama no siempre conduce a la felicidad. A veces, la verdadera victoria está en vivir de manera auténtica y en armonía con uno mismo y con los demás.