Lidl es un supermercado que apuesta por el consumo de proximidad y en su lista de proveedores figuran muchos que son catalanes.
La empresa es consciente de la importancia de los productos de la tierra, así que tiene en su cartilla alimentos que provienen 100% de agricultores catalanes.
Lidl apuesta por los productos catalanes
Durante todo el año, Lidl comercializa manzanas de origen catalán en sus más de 670 botigas de España, ofreciendo así a sus clientes productos de nuestro país y aportándoles más valor.
Con esta apuesta, la compañía trabaja con distintas empresas de Cataluña, como Frutícola Empordà y Giropoma, respecto a las manzanas, y otras como Grupo Hermanos Espaz, Grupo Català y Actel, para las peras.
Además, la empresa de Lidl es pionera en su sector, desarrollando junto a Global Gap un proyecto en Europa para preservar la biodiversidad en el cultivo de frutas y verduras.
Manzanas 100% catalanas
El supermercado comercializa variedades de manzanas que provienen especialmente de Girona y Lérida. En función de la época del año, Lidl cambia los tipos que ofrece.
Entre las manzanas más comunes se encuentran las Golden, Fuji y Royal Gala, y su consumo es muy beneficioso para la salud.
Comer manzanas regula los niveles de colesterol en sangre, así como saciar el hambre y ayudar a la función intestinal. Además, llevan una gran cantidad de vitaminas y debido a sus bajas calorías son ideales en las dietas para bajar de peso.
Cataluña y Castilla y León son los ejes centrales
Lidl prevé que este 2023 adquirirá unas 30.000 toneladas de manzanas y peras a productores catalanes para repartirlas por el resto del país.
Cataluña y Castilla y León son las comunidades autónomas que concentran la gran mayoría de las compras de estas frutas en España.
El año pasado, Lidl ya hizo unas compras récord de fruta y verdura en el territorio catalán por un valor de 2.700 millones de euros.
Lidl y la preservación de la biodiversidad europea
Lidl es pionero en su sector por el desarrollo de un proyecto junto a Global GAP para la preservación de la biodiversidad en el cultivo de frutas y verduras.
De esta forma, pretende minimizar el impacto que tiene la actividad agrícola en los ecosistemas, así como en la variedad de productos y la diversidad de las especias a través de medidas que garanticen la sostenibilidad de los cultivos.