Arthur C. Brooks con expresión seria y en la esquina superior derecha un recuadro muestra a un niño con gesto triste y un emoji de tristeza.

Arthur Brooks, experto de Harvard: 'Esto es lo que le pasa a tu hijo si no es feliz'

El experto de Harvard revela un problema que afecta a la juventud actual y ofrece claves para superarlo

En los últimos años, se ha detectado una tendencia preocupante entre los jóvenes de todo el mundo. Aunque viven rodeados de tecnología, comodidades y oportunidades, muchos han empezado su vida adulta sintiéndose más solos y perdidos que nunca. Así lo ha señalado Arthur C. Brooks, profesor de Harvard y una de las voces más influyentes en el estudio del bienestar emocional.

A través del Global Flourishing Study, un estudio realizado durante cinco años en más de 22 países, Brooks ha descubierto que la infelicidad juvenil no es un problema local, sino global. Según sus datos, cada vez más jóvenes sufren una profunda desconexión emocional. Esta carencia no proviene de la pobreza ni de la falta de recursos, sino de algo mucho más simple: el contacto humano real.

Joven con expresión de preocupación apoyando la cabeza en las manos
La generación que lucha por encontrar la felicidad en un mundo acelerado | Pexels

¿Qué le pasa a tu hijo si no es feliz? No es lo que imaginas

El especialista explica que las interacciones virtuales han ido sustituyendo las conversaciones cara a cara, y eso ha tenido consecuencias que ya están a la vista. La gente joven está acostumbrada a comunicarse por mensajes, likes y videollamadas rápidas, pero ha perdido la costumbre y en muchos casos, la capacidad de relacionarse con profundidad. Esta falta de vínculos cercanos impacta directamente en su salud mental y en su percepción del mundo.

Tradicionalmente, se pensaba que la felicidad seguía una curva: bajaba en la edad adulta media y luego remontaba con la madurez. Pero en las nuevas generaciones, esa curva ya no existe. Muchos jóvenes han empezado su vida adulta desde abajo, sin ese optimismo inicial que solía acompañar a los primeros años de independencia.

Niño recostado en un sofá usando un teléfono móvil
Jóvenes conectados al mundo, pero distantes de sus relaciones reales | Pexels

La clave para que tu hijo recupere la felicidad perdida

Aun así, no todo está perdido. El estudio también ha confirmado que aquellos que conservan relaciones cercanas, amistades profundas, vínculos familiares o comunitarios, tienen más posibilidades de sentirse bien consigo mismos. El contacto real sigue siendo el mejor antídoto contra la tristeza crónica.

Además, Brooks ha subrayado la importancia de cultivar una vida interior. No necesariamente ligada a una religión formal, pero sí a una práctica espiritual, creativa o reflexiva que permita reconectar con uno mismo. Las personas que encuentran sentido en lo que hacen, ya sea por medio de la fe, el arte o la filosofía, reportan niveles más altos de bienestar.

Varios chicos y chicas sentados hablando con bolis y papeles delante
El bienestar juvenil florece en la cercanía y el contacto real | PixaBay

Cuando tener todo no basta: el vacío que arrastra la generación hiperconectada y cómo superarlo

Un hallazgo especialmente inquietante del estudio es que, en muchos países ricos, el aumento del bienestar económico no ha traído consigo más propósito vital. De hecho, ocurre lo contrario: cuanta más riqueza, más vacío existencial. Porque tener todo no sirve de nada si no se sabe para qué.

Frente a esta situación, Brooks propone tres pasos: priorizar las relaciones presenciales, redescubrir el sentido espiritual o filosófico de la vida y no poner el dinero en el centro de todo. En sus palabras: “Las comodidades materiales son geniales, pero no sustituyen lo que tu corazón realmente necesita”.

El mensaje es claro, si tu hijo no es feliz, no busques la causa solo en lo que le falta. Mira también lo que ha dejado de vivir: un abrazo, una conversación profunda, una tarde sin pantallas. Porque la verdadera felicidad, como siempre, sigue estando en lo más sencillo y en lo más humano.