Hombre sorprendido con las manos en la cara frente a un amanecer en el espacio y un globo de diálogo rojo con un signo de exclamación

Confirmado: este descubrimiento podría cambiar todo lo que conocemos sobre la Tierra

Un fenómeno cósmico muestra señales que podrían explicar el origen de planetas similares a la Tierra

Un reciente hallazgo científico ha reescrito parte de lo que sabíamos sobre el origen de nuestro planeta. Las nuevas observaciones, lideradas por un equipo de astrónomos, abren una puerta inesperada a los misterios del cosmos. Se trata de una revelación que, según los expertos, podría cambiar para siempre nuestra comprensión de cómo se forma la Tierra y otros mundos rocosos.

Este descubrimiento, confirmado con datos del Telescopio Espacial James Webb, representa un punto de inflexión en la astrofísica moderna. Según sus autores, nunca habíamos tenido una visión tan clara de los ingredientes fundamentales que componen los planetas. Gracias a un análisis detallado, los científicos han logrado observar por primera vez cómo se crean estructuras moleculares complejas en regiones extremadamente distantes del espacio.

Planeta Tierra y el Sol en el fondo
Un giro inesperado en la historia de nuestro planeta | Getty Images

Una nebulosa revela pistas sobre el origen planetario

En concreto, el hallazgo se centra en la Nebulosa de la Mariposa (NGC 6302), ubicada a unos 3400 años luz, en la constelación de Escorpio. Este objeto celeste, estudiado durante décadas, ha revelado una complejidad material inesperada. Lo más relevante es la presencia de polvo cósmico cristalino y compuestos de carbono, clave para entender la formación de planetas como la Tierra.

Los investigadores han detectado en el núcleo de esta nebulosa materiales como silicatos cristalinos (incluyendo cuarzo) y una familia de moléculas conocidas como hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP). Estos compuestos son importantes porque en la Tierra se asocian a procesos orgánicos, como los que dieron origen a la vida. Que hayan aparecido en una nebulosa rica en oxígeno ha roto esquemas previos.

Lo que hace a este descubrimiento tan revolucionario es la confirmación de que estas moléculas pueden formarse incluso en ambientes extremadamente hostiles. Según Mikako Matsuura, directora del estudio, esto implica que el polvo cósmico que forma los planetas es más diverso de lo que se pensaba. "Pudimos observar tanto gemas frías formadas en zonas tranquilas y duraderas como mugre ardiente creada en partes violentas y de rápido movimiento del espacio,", ha afirmado.

El “motor” estelar que da forma al polvo cósmico 

La estrella central de la Nebulosa de la Mariposa alcanza temperaturas superiores a los 200.000 ºC. Este calor intenso es responsable de alterar el polvo que la rodea y formar lo que los astrónomos llaman un "toro", una especie de anillo denso que canaliza la energía. Allí se han observado cristales microscópicos de una complejidad asombrosa.

A medida que los datos se analizaron en profundidad, los científicos también notaron una especie de estructura en capas alrededor del toro. Los átomos más energéticos estaban más cerca del centro, mientras que los menos energéticos se encontraban más alejados. Este patrón sugiere que el entorno estelar influye directamente en cómo y dónde se forman los componentes del polvo planetario.

Moléculas orgánicas en un lugar inesperado

Los HAP detectados, relacionados en la Tierra con productos de combustión como el humo o los gases del tráfico, se formaron aquí por efecto de los vientos estelares. Esto ocurre cuando una burbuja de gas empujada por la estrella central colisiona con su entorno, generando estas moléculas ricas en carbono. Lo llamativo es que este proceso parecía hasta ahora imposible en nebulosas ricas en oxígeno.

Los resultados, publicados en Monthly Notices of the Royal Astronomical Society, han llamado la atención de los astrónomos, ya que, aunque el fenómeno ocurre muy lejos, puede tener consecuencias importantes. Si los componentes básicos para formar planetas pueden surgir en más lugares de los que creíamos, es probable que haya más planetas similares a la Tierra de lo que pensábamos.

Este descubrimiento no solo transforma lo que sabemos sobre el cosmos, sino que obliga a replantear nuestras teorías sobre el origen del sistema solar. Por eso, los científicos coinciden en que estamos ante un momento crucial para la ciencia planetaria.