Todos conocemos el gran talento que atesoraba el pintor español Francisco de Goya y que plasmaba en sus obras artísticas. Debido a esto, el artista era capaz de recrear las ideas que pasaban por su cabeza, o por la cabeza de los clientes que le encargaban las obras o incluso de recrear momentos históricos. En el artículo de hoy nos centraremos en este último tipo. Concretamente, hablaremos sobre los dos cuadros de esta índole que se encuentran a disposición del público en el Museo del Prado de Madrid.
Estas dos pinturas son "La lucha con los mamelucos" que relata lo sucedido el 2 de mayo de 1808 en la capital española y "Los fusilamientos", pintado en 1814 que relata lo sucedido el 3 de mayo de 1808 también en Madrid. Ambas obras recrean los hechos sucedidos esos días, que marcaron el estallido de la guerra contra el país vecino, Francia. Los dos cuadros fueron pintados a petición del rey de España en esa época, Fernando VII. Este encargo especial tenía como objetivo honrar el valor de los que combatieron contra el ejército francés. En ambas representaciones se puede apreciar la forma en la que el artista intenta transmitir todos los detalles terribles relativos a la muerte.
Originalmente estas obras fueron destinadas a las salas del Palacio Real. Más tarde, fueron trasladados al Museo del Prado. La fecha exacta en la que se produjo el traslado no se conoce con certeza, aunque se sabe que fue antes del 1834.
Las pinturas eran de tal calibre que en aquella época se decía que el pintor español había presenciado en personas los hechos y que luego los plasmó en estos dos cuadros. No obstante, más tarde se confirmó que esto no era así y que el artista se había inspirado en otras obras de la época y por obras de teatro que había presenciado.