El Barça confiaba en que la inscripción de Dani Olmo quedaría resuelta si recuperaba la regla del "fair play financiero", conocida como norma 1:1. Esa regla exige que las inversiones se equilibren con ingresos en el club. Gracias a una medida cautelar del CSD, Olmo pudo jugar desde enero, pero la situación sigue siendo volátil.
LaLiga, presidida por Javier Tebas, impugnó esa decisión mediante un recurso ante la Audiencia Nacional. La entidad considera que esa resolución vulnera el control económico y perjudica la competitividad de la competición. Ahora todo queda pendiente de un fallo que se espera justo el lunes 1 de septiembre, fecha límite del mercado estival.
Una encrucijada con fecha límite
Si el Barça no logra alcanzar el balance 1:1 antes del 1 de septiembre, Dani Olmo podría quedar desinscrito. Esto obligaría al club a buscar soluciones urgentes, ya que no podría volver a inscribirlo hasta enero. La situación es especialmente delicada porque la resolución del CSD fue cautelar y ahora peligra ese respaldo provisional.
La Audiencia Nacional ya ha rechazado la petición de suspensión urgente de LaLiga y ha admitido que debe resolver el fondo del asunto. Esa nueva etapa judicial determinará si el Barça mantiene a Dani Olmo inscrito o sufre un revés inesperado al cierre de mercado.
Implicaciones para el Barça
El Barça está obligado a acelerar sus movimientos de salida para equilibrar cuentas y cumplir con la norma económica requerida. Sin margen de maniobra, el club juega sus últimas cartas ante la justicia y en el mercado. Si la solución no llega antes del 1 de septiembre, el panorama para Dani Olmo se complica gravemente.
El sentimiento interno en el club es de urgencia, ya que el jugador aporta calidad y versatilidad al proyecto. Perderlo hasta enero supondría un mazazo deportivo y logístico para el equipo y su entrenador. A nivel institucional, también dañaría la planificación deportiva y el prestigio del área deportiva.
La supervivencia de Dani Olmo en el proyecto del Barça depende ahora de una doble vía: judicial y económica. Si no se activa el mecanismo 1:1 y el recurso judicial no favorece al club, su inscripción podría quedar truncada. Y todo ello justo cuando se cierra el mercado.