Hablar de salud mental es cada vez más común, pero no siempre se comprende lo que implica la recuperación psicológica. Muchas personas aún esperan soluciones inmediatas para malestares emocionales profundos. Y ahí es donde surgen frustraciones, incomodidades y, a veces, culpa.
El ritmo social exige resultados rápidos y reincorporaciones exprés, incluso cuando el bienestar emocional necesita calma y apoyo constante. En ese contexto, las voces expertas se vuelven fundamentales para aclarar ideas. Y una de ellas, con gran eco en redes, es la del psicólogo clínico Fernando Azor.

Dos obstáculos comunes en el camino hacia la baja psicológica
Azor ha explicado recientemente en su red TikTok, lo que sucede cuando alguien se plantea pedir una baja por motivos psicológicos. A pesar de los avances sociales, aún existen barreras que dificultan dar ese paso. Según él, el primer obstáculo aparece en la consulta médica.
“Tu médico debe considerar adecuada la baja y no sentir que estás exagerando”, señala. Aunque algunos profesionales lo proponen como parte del tratamiento, verbalizarlo puede generar culpa. Es habitual que el paciente se sienta como un impostor o que sienta el temor de que se ponga en duda lo planteado.
La segunda dificultad comienza justo después de obtener la baja. En lugar de sentir alivio, muchas personas sienten presión por volver al trabajo lo antes posible. Pero Azor es claro: “Las cuestiones psicológicas no ceden en poco tiempo”.
El psicólogo explica: la recuperación emocional requiere tiempo
Azor recuerda que estas evoluciones no son lineales ni instantáneos. La duración mínima de una baja suele ser de 15 días y muchas veces se extiende durante dos o tres meses. Esto se debe a que el cambio psicológico implica desarrollar habilidades nuevas.
Durante ese periodo, el paciente debe asistir a controles médicos y revisiones por parte de la mutua. “Ellos hacen su trabajo, pero eso genera una sensación de duda que te hace sentir incómodo”, reconoce Azor. Este seguimiento constante, aunque necesario, puede aumentar la presión emocional.
El psicólogo insiste en que el bienestar emocional requiere compromiso, apoyo profesional y comprensión del entorno. Y es normal vivir altibajos durante ese proceso.

Cuidarse no es rendirse: es el primer paso hacia la mejora
Para quienes atraviesan un momento difícil, Azor lanza un mensaje de tranquilidad. “Lo lógico es que esos dos escollos los tengas que seguir afrontando hasta que te recuperes”, explica. Asumir esa realidad es el inicio de un proceso valioso y transformador.
La salud mental necesita tiempo, atención y normalización. No hay atajos para sanar, pero sí caminos seguros cuando se acompaña bien. Y, como recuerda Azor, cuidarse también es avanzar.