Lara Ferreiro, psicóloga especializada en terapia de pareja y familia, ofrece una visión clara sobre cómo abordar la educación de los hijos en vacaciones. La experta ha explicado en El País que este periodo no debe entenderse como una pausa total, sino como una oportunidad para reforzar la creatividad. Con una trayectoria reconocida y miles de seguidores en redes sociales, ha profundizado en los aspectos fundamentales para mantener el equilibrio y el bienestar familiar durante estos meses.
En cuanto a los desafíos que conlleva esta etapa, ha recalcado que no conviene eximir por completo a los menores de asumir esfuerzo y responsabilidad. Por ello, ha afirmado que “deben enfrentarse a estas situaciones”, ya sean cambios de rutina, nuevas normas y actividades diferentes a las del curso escolar. Según Ferreiro, es precisamente en estos contextos donde los niños desarrollan herramientas de autonomía, razonamiento y gestión emocional.

Por qué mantener cierta estructura en vacaciones potencia el bienestar infantil
Uno de los puntos que ha destacado con más énfasis es el valor de la creatividad en la infancia. Ha recordado que los primeros seis años de vida son cruciales para su desarrollo, y que los más creativos muestran mayor rendimiento académico y bienestar. También ha advertido que muchos padres, al decir “no” de forma constante, terminan limitando esta capacidad natural de sus hijos.
En este sentido, ha recomendado durante las vacaciones mantener rutinas más flexibles, pero no eliminarlas por completo. Ha señalado que los niños sin estructura tienden a estar más irritables, desorganizados o incluso con dificultades para conciliar el sueño. Por eso, ha aconsejado mantener horarios básicos, incluir repasos académicos y proponer actividades que mezclen juego, aprendizaje y socialización.
Consejos para un verano educativo
Ferreiro ha explicado que pactar normas al inicio del verano es una estrategia muy útil, incluyendo a niños pequeños y adolescentes. En edades tempranas ha sugerido el uso de sistemas de recompensas, mientras que con los mayores ha recomendado negociar el tiempo de uso del móvil. Además, ha insistido en la importancia de hablar con los adolescentes abiertamente sobre temas sensibles como el consumo de alcohol o las salidas nocturnas.

Entre las actividades recomendadas ha citado el deporte al aire libre, los juegos de mesa que exigen razonamiento, y las manualidades que estimulan la creatividad. Ha señalado que apuntarles a talleres artísticos también contribuye al desarrollo emocional y social de los menores. Según ha explicado, todo ello fortalece la autoestima y fomenta habilidades sociales, el pensamiento crítico y la creatividad.
La importancia del tiempo en familia y el uso responsable de pantallas para el desarrollo infantil
Sobre el uso de pantallas, ha advertido que no deben formar parte del día a día de forma automática. Ha expresado que, idealmente, no deberían utilizarse antes de los 16 o 18 años, salvo para funciones básicas como llamadas. Ha respaldado su postura con datos de Common Sense Media, que alertan del uso excesivo en menores y su impacto negativo en el desarrollo cognitivo.
También ha insistido en el valor de compartir tiempo de calidad en familia, especialmente en actividades que favorezcan la conversación y el afecto. Ha explicado que momentos como paseos conjuntos o los juegos compartidos estimulan la producción de oxitocina y refuerzan los vínculos. Estos espacios, ha dicho, son esenciales para construir confianza y seguridad emocional en los menores.
Por último, ha recordado que no es necesario comprarles constantemente cosas nuevas para mantenerlos entretenidos. Ha defendido la importancia de reciclar, crear con lo que ya tienen, y enseñarles a valorar el esfuerzo y el logro. Según su criterio, los premios deben estar siempre vinculados a comportamientos concretos, nunca ser un capricho sin motivo.