El tiempo en Cataluña está siendo especialmente agradable en estos últimos días de julio. Las temperaturas suaves, tanto de día como de noche, dibujan un escenario que recuerda más a comienzos de septiembre que a la canícula. Y eso que esta última es, tradicionalmente, la época más calurosa del año.
Todo ello en un contexto de gran estabilidad térmica que permite disfrutar de jornadas muy llevaderas. Parece que muy lejos quedan ya los rigores estivales que suelen imponerse por estas fechas. Este ambiente más otoñal que veraniego se debe, en gran parte, a la entrada de vientos del norte.

Estos dominan ahora mismo en buena parte de la península ibérica, impulsando aire más fresco de lo normal. En el caso concreto de Cataluña, el protagonista indiscutible de estas próximas horas no será ni el calor ni la lluvia, sino precisamente este viento. Y no uno cualquiera, sino en forma de Tramuntana y el Mistral, que volverán a soplar con fuerza en las próximas horas.
El viento, protagonista indiscutible de la semana en Cataluña
Este fenómeno ya viene dejándose notar desde hace días, pero hoy volverá a tomar impulso. El viento del norte ayudará a contener los termómetros, como ya ha sucedido durante toda la madrugada. A primera hora de la mañana, por ejemplo, los registros eran claramente suaves.
Por ejemplo, según el Servei Meteorològic de Catalunya (Meteocat), a las 6:00 teníamos 23,3 °C en el Raval de Barcelona. En el caso de Tarragona la mínima ha sido de 20,9 °C, 19 °C en Girona y 17 °C en Lleida. Cifras que, sin duda, se agradecen en esta época del año.
A lo largo de este miércoles, las precipitaciones quedarán mayoritariamente confinadas al mar. Ahora bien, esta pasada madrugada, como estaba previsto, sí han tocado tierra en algunos puntos del litoral. Es el caso del puerto de Barcelona, donde se han acumulado 15 litros por metro cuadrado.

Para esta tarde, se espera que la combinación del viento y la orografía genere nubosidad hacia el noreste. En este sentido, es posible que descarguen algunos chubascos aislados en el prelitoral central. La posibilidad es mayor entre las comarcas del Vallès y el Penedès.
El mar también nota la refrescada
La bajada de temperaturas no solo se siente en tierra firme. La masa de aire más fresca también ha provocado un descenso significativo en la temperatura del agua del mar. En algunos puntos del litoral ya se han registrado valores que se sitúan muy cerca de la media de los últimos 30 o 35 años.
Se trata de un hecho destacable, teniendo en cuenta las elevadas anomalías térmicas marinas observadas en los últimos veranos. En definitiva, Cataluña vive un final de julio atípico, marcado por la estabilidad, el viento del norte y un ambiente más otoñal que veraniego. Un respiro bienvenido antes de que el verano vuelva, inevitablemente, a apretar.