En la población de Mejorada del Campo en Madrid, desde hace ya sesenta años está ocurriendo algo insólito, algo realmente espectacular. Un hombre llamado Justo Gallego está realizando un sueño al más típico estilo medieval. Su sueño, considerado por él mismo como agradecimiento y fe hacia Dios, es uno de los reclamos turísticos más grandes que tiene el pueblo madrileño de Mejorada.
Las opiniones son diversas, para algunas personas, es considerado como un milagro de la naturaleza hacia el conocimiento innato del hombre, ya que Don Justo Gallego no tenía ningún tipo de formación relacionada con la arquitectura ni la albañilería. Otras muchas opiniones, como demuestran cada vez más cantidad de visitantes, creen que es una auténtica joya arquitectónica y miran atónitos la gran belleza y el gran trabajo que ha realizado Don Justo, con escasos recursos durante este largo periodo.
Los más escépticos piensan que solo es obra de la locura y que no tiene ningunas garantías, de estabilidad, piensan hasta que puede ser un peligro.
Historia de Don Justo Gallego
Don Justo Gallego nació en Mejorada del Campo el 20 de septiembre de 1925. Con once años de edad tuvo que abandonar los estudios debido a la Guerra Civil y ya no tuvo ninguna otra formación académica. A los veintisiete años de edad ingresó en el Monasterio de Santa María de la Huerta, en Soria. Al poco tiempo, fue expulsado del monasterio debido a un brote de tuberculosis que padeció, por miedo a que contrajera la enfermedad al resto de la comunidad.
Volvió a Mejorada del Campo, muy desalentado por ese revés que le había dado la vida, pero su fe a Dios le hizo adentrarse en el proyecto de su vida, que casi cincuenta años después aún sigue realizándose. El proyecto no está dibujado en ningún lado, ni hay planos de la construcción, todo está en la cabeza de Justo.
La lectura de libros relacionados con, catedrales, castillos y otros monumentos significativos, le dio la idea de comenzar el proyecto de su vida, la construcción de una catedral. Con palabras del propio Justo “Mi fuente principal de luz e inspiración ha sido sobre todo y ante todo el Evangelio de Cristo. Él es quien me alumbra y conforta y a él ofrezco mi trabajo en gratitud por la vida que me ha otorgado y en penitencia por quienes no siguen su camino”.
No obstante no todo el camino ha sido fácil, y es que en el pasado fue denunciado y perdió el juicio. La policía municipal llegó a meter máquinas demoledoras dentro del terreno. Don Justo intentó llegar a un acuerdo con el ayuntamiento llegando a pagar cincuenta mil pesetas por la licencia.
El trabajo de Don Justo fue expuesto en el MOMA, que es el Museum of Modern Art situado en Nueva York. Desde entonces parece ser, que la gran obra de Don Justo Gallego, se lo toman más en serio en su pueblo.
Hoy en día la catedral ya está muy avanzada, Don Justo a sus noventa y cinco años de edad, lo que quiere, es que continúe su obra hasta que concluya, porque él ya duda de si llegará a verla terminada.
Dentro de muchos años cuando fallezca, quiere que todo el patrimonio se lo quede el obispado y en ese momento se verá de qué manera consagran la construcción de catedral. Parece ser que ellos tendrán la última palabra, pero actualmente parece ser que no quieren saber nada sobre la construcción.