Madrid tiene un sinfín de historias ocultas y curiosas, por ejemplo: uno de los secretos mejor guardados y menos conocidos de «La Villa», son sus túneles y pasadizos. El asunto no tiene nada de paranormal a simple vista, aunque los testimonios de los privilegiados que tuvieron la suerte de entrar en los últimos tiempos, ya que muchos de ellos ya se encuentran tapiados, no muestran lo mismo.
Hay una gran cantidad de túneles de comunicación entre los distintos edificios, esto sucede en todos los lugares del mundo como por ejemplo París, Nueva York, Londres, Roma.
Sin embargo, el caso de Madrid es espectacular, ya que el subsuelo estaba ya en gran parte oreado de forma natural, y esto fue utilizado por todos los pobladores, adaptándolos a las distintas necesidades de cada época y propietario, unas veces usadas como despensas y bodegas y otras para escapar u ocultarse.
La mayoría de estos túneles son secretos, ya que normalmente eran entradas o salidas de nobles, clérigos o familias influyentes y por supuesto incrementado con todo lo relacionado con la Casa Real, ya que desde Palacio parten un buen número de ellos. Cuentan las malas lenguas que Alfonso XII llegaba disfrazado desde Palacio hasta la Calle Echegaray a un burdel que frecuentaba a las espaldas del Teatro Español, llegaba sin salir a la calle, entrando directamente al local, por uno de los túneles.
La afluencia de túneles es más notable en la zona centro, uniéndose entre sí por un laberinto intrincado de oquedades y pasadizos desde el centro con Barrio de las Letras, Banco de España, Embajadores, Atocha, el barrio de Arguelles, Casa de Campo, Somosaguas, El Pardo, La Florida…
En la zona centro vamos a comenzar hablando de los túneles de la Plaza Mayor que comunican con varias zonas de Madrid y que uno de los más famosos bandidos del Foro utilizaba para huir después de sus robos y atracos, el famoso bandolero Luis Candelas.
Luis era el típico ladrón que robaba a los ricos para dárselo a los pobres, aun así él llevaba una doble vida con distintos nombres. Estuvo evadiéndose de la justicia por estos misteriosos pasadizos. Actualmente una de las entradas a estos pasadizos es lo que era su antigua guarida, lo que actualmente se encuentra en la Calle Cuchilleros Nº 1 y que se llama así en honor de este bandido, 'Las Cuevas de Luis Candelas'.
Santa Ana
En épocas pasadas, Santa Ana era muy distinta a ahora, bueno, hay cosas que perduran como el Teatro Español, que sigue siendo el mismo tipo de negocio desde épocas de Felipe II, con sus diferentes reformas y cambio de propietarios a lo largo de los siglos, pero sin cambiar de actividad.
Por debajo de la plaza, un sin fin de recovecos sorprende a algunos propietarios de los negocios. Por lo que se sabe del Teatro Español y otros locales, estos accesos a las galerías fueron tapiados entre los años 1978 y 1979. Cabe recordar que parte del edificio actual del Español está asentado encima de un antiguo convento, y que en su interior había entierros.
Se cuenta que se podían bajar a dos cúpulas, una de ellas por la zona que está actualmente el bar del Teatro, y otra en el otro extremo. En una de ellas, se podían apreciar tres pasillos, y un muro tapiado que daba a la zona utilizada como cementerio. Desde esta zona, había otro pasadizo que comunicaba con la zona del palco del Rey. Los otros tres túneles que estaban a punto de tapar, uno iba hacia un convento y el otro hacia el Palacio Real.
Otros testimonios de trabajadores hablan sobre los túneles que se acceden desde el callejón que da a uno de los laterales de Teatro Español. También cuentan que cuando bajas a los sótanos de los locales adyacentes y pegados al teatro te encuentras con un montón de túneles, muchos de ellos cerrados con llave, puertas que llevan años sin abrirse, zonas que realmente no se sabe hacia donde van y que tampoco se atreven a abrir las puertas para descubrirlo.
Otro de los testimonios recogidos dentro del Teatro Español de uno de los trabajadores fue el siguiente, «En compañía de otros compañeros, bajamos más de veinte metros por un pozo para explorar un poco por dentro. Salimos deprisa al notar una sensación extraña en el ambiente. También influyeron el miedo y el nerviosismo de estar frente a lo desconocido y porque el ambiente no era el más propicio al llevar tanto tiempo cerrado.»
Cuenta que por el túnel que entró iban pisando piezas de cerámica, cuando alumbraron con la linterna vio centenares de piezas de cerámica por no decir miles. Sobre esto, resulta que a unos pocos centenares de metros se encontraba la antigua fábrica de cerámica, situada en un edificio que actualmente pertenece a un ministerio, y que era típico trasladar las mercancías por debajo de la tierra para evitar robos y el espionaje de los países enemigos.
Barajas
En la zona de Barajas, está el Jardín del Capricho y se sabe a ciencia cierta que hay varios túneles. Unos comunican el palacio con una salida fuera de los muros, otros se dirigen a Barajas, pero actualmente se encuentran tapiados y otros parten desde el búnker, construido entre 1936-1937 bajo las órdenes del General Miajas, que lo transformó en el cuartel general de la defensa de Madrid por ser un punto estratégico en dos entradas a la capital desde Burgos y Aragón.
Los túneles podrían llegar a lo que actualmente es el Campo de las Naciones y otros supuestamente van hacia Hortaleza, pero se encuentran también tapiados. Estos túneles seguro que esconden más de una historia trágica.
Es importante recordar que este jardín, en épocas de la Guerra de la Independencia, fue adoptado como cuartel por las tropas de Murat y no es extraño que también construyeran zonas de escape, pero la mayoría de los túneles de la antigua morada de los Duques de Osuna, fueron construidos hace ya mucho tiempo, ya que España siempre ha sido una tierra convulsa.
Hortaleza
El palacio de Villa Rosa no se iba a quedar atrás, aunque no hay que confundirlo con el famoso tablado flamenco que lleva su mismo nombre, este está situado en La Carretera de Canillas Nº 2. Era un lugar de bailes y de fiestas, de banquetes y celebraciones, donde muchos personajes célebres se daban cita y solían pasarse las noches de una forma agradable y con mucha etiqueta.
Este palacio también tiene la fama de tener esos pasadizos que llevan a otras zonas de Madrid, desconocidas para nuestros ojos, y para muchos vecinos de Canillas y Hortaleza, teniéndolos debajo de sus casas no tienen ni idea de lo que pasa por allí, ni siquiera los trabajadores de estos edificios saben realmente que tienen bajo sus pies. Este edificio pertenece al Ayuntamiento de Madrid y es la actual J M D Hortaleza.
Vuelta al centro
Plaza de la Villa, Sacramento, Palacio de Cañete, algunos edificios de la Calle Mayor, todos entre sí tienen comunicación subterránea, actualmente varios de ellos tapiados y totalmente controlados, con los sistemas más modernos de seguridad y con un control riguroso de entrada por las zonas de acceso.
Cuando trabajas por el subsuelo te puedes encontrar que no estás solo, a los pocos minutos te aparece la brigada de la Policía Nacional del Subsuelo, pidiendo la documentación y la cédula, aparecen de la nada…
En épocas de Felipe V, se hicieron dos grandes proyectos arquitectónicos en Madrid, el Cuartel de Conde Duque para alojar a la Guardia de Corps y la construcción del Palacio Real, motivado a causa del desastroso incendio que sufrió el Alcázar en el que se perdieron joyas y obras de arte de un valor incalculable.
Parece ser, según cuentan las malas lenguas, que hay un túnel entre el Palacio Real y Conde Duque, en el que entraban hasta los carros tirados por caballos y un buen número de tropa.
Esta historia de los túneles del Palacio Real, se complementa con la leyenda de Felipe V y la construcción del palacio, que cuenta que ordenó que le cortaran las manos, la lengua y que le sacaran los ojos, a uno de los arquitectos, el que se dedicó a diseñar estos entramados de túneles secretos. Dicen que la razón para cometer tan cruel acto, fue para que nunca pudiera volver a construir nada igual y que se llevara tan suculento secreto a la tumba.
En la zona centro, seguro que seguirá habiendo comerciantes que se lleven sorpresas al entrar en los locales y vean puertas cerradas a cal y canto, aproximadamente de un metro de altura y que no saben a donde se dirigen y el propietario o alquilado tampoco quieren abrirlas para descubrirlo… o simplemente lo tienen prohibido por contrato.
Consejos para los que decidan visitar estos lugares
No tenéis que olvidar que siempre que se entre a algún túnel desconocido de cualquier lugar, hay que ir provistos de cascos, buenas linternas, pilas y avisar a alguna autoridad de que vais a estar por ahí dentro e ir provistos de explosímetro y bombonas de oxígeno.
Estos lugares pueden acarrear graves consecuencias y hasta la pérdida de la vida, debido al tiempo que llevan cerrados y al estar por debajo de viviendas pueden tener algún tipo de conexión con pozos asépticos, cloacas y demás. En estos lugares los gases pueden llegar a ser mortales.