En los últimos años, el consumo de suplementos nutricionales se ha disparado, especialmente entre personas sanas que buscan mejorar su bienestar. Entre ellos, la vitamina D ha ganado una enorme popularidad, a menudo recomendada incluso sin análisis previos. Esta tendencia ha captado la atención del neurólogo y especialista en riñón Borja Quiroga, quien ha emitido una advertencia contundente sobre sus riesgos.
En una reciente entrevista concedida a La Vanguardia, Quiroga, ha explicado que ha atendido casos de pacientes con problemas renales graves relacionados con el abuso de vitamina D. “He visto gente que ha venido con los riñones llenos de piedras”, ha afirmado, dejando claro que este suplemento no es inofensivo. Según detalla, su consumo excesivo puede favorecer la acumulación de calcio y provocar cálculos renales, además de intoxicaciones y fallos renales en personas sanas.

El neurólogo desmonta mitos sobre la vitamina D: no es adecuada para todos
El especialista ha subrayado que la vitamina D solo está justificada en contextos médicos muy concretos, como en pacientes con osteoporosis o enfermedad renal diagnosticada. Ha recalcado que, en individuos sin estas condiciones, no se ha demostrado que mejore el riesgo cardiovascular, reduzca la probabilidad de tumores o prevenga fracturas óseas. También ha criticado de forma contundente la creciente costumbre de suplementar con vitamina D a niños sin una razón clínica respaldada por estudios.
Quiroga ha señalado que en muchas ocasiones se receta esta vitamina sin una valoración adecuada de la salud previa del paciente. Esta práctica, según él, responde más a modas y recomendaciones sin base científica que a una verdadera necesidad médica. Para el neurólogo, el problema radica en que se ha instalado la creencia de que las vitaminas “siempre ayudan” y no pueden ser perjudiciales, algo que considera falso.

El único suplemento respaldado por el especialista
Aunque mantiene una postura crítica hacia la mayoría de suplementos, el especialista sí ha defendido el uso de la creatina monohidratada. A su juicio, se trata de un compuesto seguro y eficaz, que durante años ha sido malinterpretado por su parecido con la creatinina. Los estudios más recientes, ha explicado, han descartado cualquier vínculo con daños renales y han abierto la puerta a su aplicación en pacientes con Alzheimer.
En este sentido, Quiroga ha recomendado que, en caso de optar por creatina, se elija siempre la versión monohidratada pura y con sello de calidad, como Creapure. Ha advertido sobre la compra en lugares sin garantías, recordando que no todo lo que se ofrece en el mercado está bajo control sanitario. “Hay que leer bien las etiquetas y desconfiar de fórmulas milagrosas”, ha concluido, insistiendo en que la evidencia científica sea el criterio principal para decidir sobre cualquier suplementación.