Cataluña afronta una semana marcada por un cambio de tiempo que traerá contrastes llamativos. Los pronósticos señalan que, a partir del miércoles, el cielo traerá una transformación que no gustará a muchos. Especialmente, a aquellos que están esperando la llegada del otoño y el fresco con ansias.
Los expertos confirman que las temperaturas volverán a subir con claridad, dejando un ambiente pesado y sensación de bochorno, sobre todo en la costa. En pleno septiembre, cuando muchos esperan la llegada del otoño, el calor seguirá siendo protagonista. Eso sí, este “veranillo” tendrá una fecha de caducidad muy cercana: de cara al fin de semana, los modelos apuntan a un aumento de la inestabilidad en todo el territorio.

“A partir del miércoles, el mercurio[va]hacia arriba”, señalan algunos expertos. Mañana las máximas superarán con facilidad los 30 °C en las comarcas del interior, mientras que en el litoral y el prelitoral podrían llegar a los 32 °C. Aunque los valores no son extremadamente altos, la humedad disparará la sensación de calor. Así pues, se respirará un ambiente propio de pleno agosto en pleno mes de septiembre.
Otros cambios a partir del lunes
No obstante, las altas temperaturas tienen fecha de caducidad. Los principales modelos de probabilidad coinciden en la llegada de un frente en altura asociado a un embolsamiento de aire frío. Este fenómeno podría irrumpir entre el domingo y parte del lunes, generando una marcada inestabilidad atmosférica.
El contraste entre este aire frío en altura y la elevada temperatura actual del mar Mediterráneo favorecerá la formación de tormentas de entidad. Los expertos advierten que estas precipitaciones podrían ser localmente fuertes y venir acompañadas de aparato eléctrico. Así como de rachas intensas de viento y, en algunos puntos, incluso granizo.
La magnitud y extensión del episodio todavía están por determinar. Tal y como ocurre en este tipo de situaciones, la incertidumbre es elevada y será necesario seguir las actualizaciones diarias de los modelos meteorológicos. Lo que sí parece claro es que el domingo y el lunes se perfilan como jornadas de riesgo en varias comarcas catalanas.
Un ambiente veraniego que se resiste a desaparecer
Mientras tanto, de miércoles a sábado se vivirá un ambiente muy veraniego, con tardes calurosas y noches tropicales en la costa, donde los termómetros no bajarán de los 20 °C. El bochorno será protagonista, incrementado, por la entrada de vientos marítimos del sureste que aportarán humedad. Cataluña pasará en pocos días de un retorno estival con calor y humedad a un escenario potencialmente tormentoso.
Un cambio de tiempo que, según los meteorólogos, responde al dinamismo típico de septiembre. Un mes de transición que combina los últimos coletazos del verano con aires fríos capaces de desatar temporales de lluvia.

