El otoño ya hace días que se ha instalado en el calendario, pero no en el cielo. Octubre avanza sin cumplir el papel que tradicionalmente se le asigna: el de traer lluvias generosas a buena parte de España. En su lugar, domina una estabilidad atmosférica que empieza a despertar inquietud entre los expertos.
Durante estos primeros días del mes, las temperaturas han sido más propias de finales de verano. Los cielos despejados y la ausencia de precipitaciones marcan la pauta en casi todo el país. La pregunta que muchos se hacen es inevitable: ¿cuándo volverá a llover? Será esta misma semana.

Octubre, sin lluvias a la vista y con temperaturas anómalas
Las previsiones para esta semana no dejan lugar a dudas. No se esperan lluvias en la mayor parte de España, pero sí que se esperan débiles precipitaciones en algunas zonas del norte y chubascos dispersos que podrían darse en el Mediterráneo.
El resto del país se mantendrá bajo un ambiente seco y con temperaturas por encima de lo habitual. Un anticiclón bien asentado, junto a una dorsal en niveles medios y altos, actúa como un muro que impide la llegada de borrascas. Esta situación prolonga aún más la sequía que ya afecta a muchas regiones desde septiembre o incluso antes.
Los expertos en meteorología muestran su preocupación ante esta falta de lluvias. Octubre es, junto con noviembre, uno de los meses más húmedos del año en España. Sin embargo, las actuales proyecciones apuntan a que podría terminar muy por debajo de los valores normales, recoge eltiempo.es.
Un otoño seco que inquieta a meteorólogos y agricultores
La escasez de lluvias no es solo un dato meteorológico. Tiene consecuencias reales en el campo, en los bosques, en los acuíferos y en los embalses. La falta de agua amenaza el equilibrio de los ecosistemas y pone en riesgo futuras cosechas.
En zonas de la vertiente atlántica, la situación es especialmente crítica. No ha llovido en condiciones desde hace entre tres y cuatro meses, enlazando un verano seco con un otoño aún más árido. Aunque en el norte y el Mediterráneo sí ha habido algo de lluvia, ha sido insuficiente para compensar el déficit hídrico general.
Para esta semana, los modelos no indican un cambio relevante. No se espera la llegada de frentes ni de fenómenos que generen lluvias importantes. Octubre, que debería ser un alivio hídrico, se perfila como uno de los más secos de los últimos tiempos.

Además, a la falta de precipitaciones se suman las temperaturas anómalamente altas. Las máximas podrían alcanzar o superar los 30 °C en amplias zonas del país. Las mínimas también serán suaves, y las heladas, propias de estas fechas, apenas aparecerán.
La situación, aunque no excepcional si se analiza en perspectiva, empieza a ser preocupante por su frecuencia. Los otoños secos, con cielos despejados y temperaturas elevadas, se repiten cada vez más. Y eso plantea dudas sobre lo que nos espera en los próximos años. Por ahora, no hay señales de lluvia clara en el horizonte. Y esa es, quizás, la mayor alarma de todas.

