Tras una semana marcada por una ola de calor sofocante, el tiempo en España experimentará un cambio radical. La noticia meteorológica de estos próximos días será la notable bajada de las temperaturas y la llegada de lluvias más frecuentes. Especialmente en el nordeste peninsular.
Según las previsiones de la AEMET y otros modelos europeos, a partir del miércoles se producirá una normalización térmica. Una situación que incluso llevará a que muchas regiones se sitúen entre dos y cuatro grados por debajo de la media climática. Esta situación se prolongará, como mínimo, hasta el 24 de agosto, abarcando también el próximo fin de semana.

El lunes y el martes estarán marcados por precipitaciones puntuales, pero será el miércoles cuando se concentre la mayor actividad de la semana. Cataluña será una de las zonas más afectadas por chubascos intensos y tormentas, que podrán prolongarse durante el jueves e incluso extenderse a días posteriores. De ahí que el miércoles se confirme como el día más lluvioso de la semana en esta comunidad.
El combustible para las tormentas
La llegada de aire frío en altura coincidirá con una atmósfera todavía cargada de tras el episodio de calor, lo que generará el "combustible perfecto" para el desarrollo de tormentas potentes. Estas podrán ir acompañadas de granizo, descargas eléctricas y rachas fuertes de viento, sobre todo en áreas de montaña y del litoral. Este descenso térmico supondrá un respiro tras los valores extremos registrados la pasada semana.
En el sur peninsular, ciudades como Sevilla, Córdoba o Badajoz pasarán de superar los 40 grados a situarse en un rango más moderado, en torno a los 32-34. En la meseta norte, las madrugadas del miércoles y jueves serán incluso frescas. Burgos, León o Soria registrarán mínimas que podrían bajar hasta los 11 o 12 grados.
Aunque en el área mediterránea y el sur las noches seguirán siendo relativamente cálidas, el ambiente general será mucho más llevadero. En cuanto a la distribución de las lluvias, los chubascos del martes afectarán al nordeste peninsular. Pero será el miércoles cuando se produzcan las precipitaciones más generalizadas, intensas y persistentes en Cataluña.

Un cambio de tendencia
A partir del jueves, las lluvias se extenderán a otras regiones del extremo norte peninsular, como el entorno de los Pirineos y la cordillera Cantábrica. Los meteorólogos no descartan que esta racha de inestabilidad se prolongue más allá del jueves, aunque la evolución dependerá de la trayectoria final de la bolsa de aire frío en altura. Lo que sí parece claro es que el alivio térmico se consolidará hasta el fin de semana, con valores cercanos a los normales de agosto.
Las autoridades recomiendan precaución, especialmente en Cataluña. Será allí donde las lluvias intensas del miércoles podrían provocar acumulados importantes en pocas horas. La AEMET recuerda que este tipo de episodios pueden causar crecidas rápidas de ríos, así como incidencias en zonas urbanas por acumulación de agua.