El pasado jueves 8 de mayo, Dinamarca vivió una jornada de gran inquietud ante el estado de salud de su reina, Margarita II. A sus 85 años, la monarca canceló todas sus apariciones públicas hasta el 22 de mayo debido a un fuerte resfriado.
Un hecho que generó una ola de especulaciones sobre su estado físico. La situación empeoró cuando, al poco tiempo, se confirmó que la reina había sido ingresada en el hospital como medida preventiva.

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La Casa Real de Dinamarca fue la encargada de anunciar la suspensión de los compromisos oficiales de la reina Margarita II. El comunicado oficial, difundido por el equipo de comunicación de la familia real, aclaraba que la reina había causado "baja por enfermedad".
Todo esto debido a un "intenso resfriado" que la había obligado a descansar bajo la supervisión de los médicos. Aunque el diagnóstico no fue detallado, se indicó que la recuperación de Margarita llevará tiempo y no se espera que retome sus funciones hasta el 22 de mayo.

Señalan a Federico de Dinamarca
Poco después de este anuncio, las especulaciones aumentaron cuando se confirmó que la reina ingresó en el Rigshospitalet de Copenhague. El hecho de que la monarca haya tenido que ser ingresada, incluso por un resfriado, despertó una gran preocupación.
Y es que las enfermedades menores a su edad pueden tener repercusiones graves en su salud. Según fuentes de prensa alemana, la situación de Margarita II podría haber sido más seria de lo que se había indicado inicialmente.
Uno de los momentos que más ha alimentado las dudas ha sido la actitud de su hijo, el rey Federico de Dinamarca. Tras la hospitalización de su madre, Federico fue visto conduciendo su Porsche azul para visitar a la reina en el hospital.

Sin embargo, lo que sorprendió fue su comportamiento posterior. Esa misma noche, el rey asistió a un concierto de Robert Plant, lo que generó inquietud entre los daneses, ya que muchos esperaban una actitud más reservada por parte del monarca.
Según Bunte, algunos expertos apuntan a que su comportamiento podría indicar que la situación de su madre no es tan grave. No obstante, la incertidumbre persiste sobre cuándo exactamente Margarita II podrá dejar el hospital.
Aunque la familia real danesa ha intentado tranquilizar a la población, la preocupación por la salud de la reina sigue siendo un tema candente. Mientras tanto, los ojos del público están puestos en los próximos pasos que dará la soberana.