La calma habitual del Palacio de la Zarzuela se ha visto alterada en las últimas semanas. La rutina de la familia real ha dado un giro inesperado, y algo serio parece estar ocurriendo entre los muros de la residencia oficial. Aunque no hay confirmaciones oficiales, la preocupación ha ido en aumento en torno a una figura muy querida del entorno de la reina Sofía.
La situación es delicada y cada vez más evidente. Visitas frecuentes, una agenda alterada y el hermetismo de la Casa Real han generado un ambiente de inquietud. Todo indica un problema de salud que ha alterado el verano de la reina emérita y preocupa a la familia real.

Una situación que ha cambiado la rutina del palacio
El Palacio de la Zarzuela ha experimentado un notable cambio en su día a día. La habitual discreción con la que se manejan los asuntos personales ha sido sustituida por movimientos poco comunes. Personal médico, coches oficiales y visitas esporádicas han aumentado sin explicación pública.
La reina Sofía ha sido uno de los rostros más visibles en este verano atípico. Rompiendo con la tradición, su estancia en Marivent se redujo a tan solo 48 horas, algo inusual para ella. Desde entonces, permanece en Madrid y no se ha separado del entorno de la Zarzuela.
Su vínculo con Irene de Grecia es muy estrecho, más allá de lo familiar. Se conocen desde la infancia y han compartido décadas de confidencias, decisiones y momentos difíciles. Ahora, ese lazo se ha vuelto aún más fuerte frente a un escenario complicado.

Preocupación creciente por el estado de Irene de Grecia
Las alarmas han saltado tras las últimas declaraciones de Pilar Eyre, periodista experta en la Casa Real. En su canal de YouTube, ha revelado que Irene de Grecia está atravesando un momento crítico. Según su testimonio, los médicos la vigilan día y noche dentro del palacio.
La situación se describe como grave, con una presencia médica constante. Incluso se han detectado visitas de sacerdotes —católicos y ortodoxos—, algo que refuerza la idea de que el estado de la princesa es delicado. Irene no ha salido de la Zarzuela desde hace semanas por recomendación médica.
Ante este panorama, las infantas Elena y Cristina han dado un paso al frente. Se han organizado para que una de las dos esté siempre en el palacio, apoyando tanto a su madre como a su tía. La familia se ha volcado en cuidar de Irene, que no cuenta con fortuna propia y depende completamente del entorno de su hermana.

Silencio oficial y apoyo familiar en una etapa delicada
Hasta el momento, la Casa Real ha optado por no hacer declaraciones. Sin embargo, el silencio no ha impedido que la preocupación se filtre poco a poco a través de quienes conocen el ambiente interno del palacio. El estado de Irene se mantiene como una cuestión muy sensible para toda la familia.
La reina Sofía, según fuentes cercanas, está profundamente afectada por la situación. Su estado anímico se ha deteriorado visiblemente, y muchos aseguran que no puede contener las lágrimas en privado. A su lado, sus hijas se han convertido en el principal apoyo emocional y logístico.
Irene, conocida como 'la tía Pecu' por sus sobrinos, siempre ha vivido alejada del foco público. Ha dedicado su vida a la música y a causas benéficas, sin preocuparse por acumular bienes personales. Ahora, su delicada salud ha unido a toda la familia real en un momento que nadie esperaba.