Amaia Montero es esta semana la mujer que más titulares está generando en nuestro país. Y es que ha comunicado que regresa a La Oreja de Van Gogh, el grupo con el que se dio a conocer. Una noticia que hace que ahora cobren relevancia unas declaraciones que realizó en el pasado.
Sí, han vuelto a ser recordadas porque evidencian que podría tener un problema con su vuelta al foco mediático. Y es que afirmó con rotundidad: “Tiene muy poca honestidad y muy poca corroboración de lo que es la verdad”.
El regreso de Amaia Montero a La Oreja de Van Gogh
La noticia del regreso de Amaia Montero a La Oreja de Van Gogh ha caído como una bomba en el panorama musical español. Casi dos décadas después de su marcha en 2007, la cantante ha decidido retomar su lugar al frente de la banda donostiarra. Y lo ha hecho tras la salida de Leire Martínez, quien la sustituyó durante quince años y con quien el grupo también cosechó grandes éxitos.
Con esta decisión, ella retoma el proyecto que marcó su vida profesional. Con el grupo vendió millones de discos y colocó canciones como Rosas o 20 de enero entre los himnos más recordados del pop español.
En su comunicado anunciando su regreso, la artista ha expresado su emoción con unas palabras que reflejan tanto madurez como ilusión. Ha dicho: “De nuestra amistad y de la pasión por la música nació La Oreja de Van Gogh. Y, con ambas totalmente renovadas, comenzamos otra nueva etapa en nuestro camino”.
La noticia, sin embargo, ha reabierto viejas heridas y viejas conversaciones. Sí, porque, junto a los aplausos, han resurgido las dudas sobre cómo llevará Amaia su retorno al centro de la atención pública. Y es que ella misma ha admitido en el pasado que no siempre ha sabido convivir con el escrutinio de los medios.
Las palabras de Amaia Montero que vuelven a cobrar relevancia
En una entrevista para la agencia EFE hace unos años, Amaia Montero habló con franqueza sobre lo que considera el lado oscuro de la fama. Molesta por las informaciones que se publicaban sobre ella, lanzó una de las frases más recordadas de su carrera sobre la prensa. Así, expuso: “Tiene muy poca honestidad y muy poca corroboración de lo que es la verdad”.
Estas palabras, que en su momento generaron debate, vuelven a resonar con fuerza hoy. La vasca denunciaba lo que consideraba una falta de rigor periodístico, asegurando que durante años se habían dicho cosas falsas sobre su vida privada y su estado personal. En esa misma entrevista llegó a afirmar con ironía y cansancio: “Menos put*, me han llamado de todo”.
La exnovia de Gonzalo Miró explicaba entonces que muchas de esas informaciones habían afectado a su ánimo y a su imagen pública. En su opinión, los medios habían exagerado sus gestos, su tono y sus silencios, hasta el punto de crear una versión distorsionada de ella. Por eso, reconocía que con el tiempo había aprendido a protegerse, alejándose del ruido mediático y manteniendo su vida privada bajo llave.
Su crítica no se centraba solo en los tabloides. También en un fenómeno generalizado que afecta a cualquiera que viva bajo los focos.
Ahora, con su regreso a La Oreja de Van Gogh, esa tensión podría volver. Su vuelta a la primera línea mediática implica entrevistas, promociones y, probablemente, más exposición pública. Pero los seguidores esperan que esta vez su música sea lo que más hable por ella, que está más serena y con una visión diferente de la fama.