La modelo y actriz Blanca Romero ha confesado aspectos de su divorcio con Cayetano que nunca antes había compartido. En una entrevista que concedió en el nuevo programa, Mis raíces, presentado por Isabel Jiménez, Blanca desveló por primera vez cómo vivió su divorcio.
En una conversación íntima y honesta, la asturiana de 49 años ha repasado momentos clave de su vida personal. Entre los temas abordados, salieron a la luz sus experiencias amorosas y las separaciones más significativas de su vida. Como era de esperarse, una de ellas fue la que vivió junto a Cayetano Rivera.

La transformación de modelo a personaje mediático
Durante su paso por el programa Mis raíces, Blanca Romero, quiso aclarar cómo su relación con Cayetano influyó en su carrera profesional. Según la modelo, desde que inició una relación con el torero, su vida personal eclipsó su trayectoria como modelo.
Habiendo trabajado en ciudades como Londres, París o Milán, su carrera se vio afectada al convertirse en un rostro habitual de la prensa rosa. “Nunca me dieron una portada en España como las que tenía en Francia”, explicó con cierta resignación.
En el programa, también confesó que su única portada en una revista española fue adquirida desde Francia. Su historia dejó en evidencia cómo su talento pasó a un segundo plano por la notoriedad pública de su relación con Cayetano. Pese a todo, dijo estar agradecida porque eso la condujo al cine y la televisión, donde encontró nuevas oportunidades.

Una relación marcada por la presión mediática
Durante la entrevista, la asturiana también quiso hablar de cómo se sintió a nivel a personal cuando inició la relación con Cayetano. La modelo describió esa etapa como un momento de alta exposición que la hizo sentirse vigilada en todo momento. Según contó, daba igual qué canal se viera, su rostro aparecía constantemente en pantalla.
El acoso de la prensa era tan intenso que afectó a su día a día. Blanca contó que salir a la calle se volvió incómodo, y que incluso algo tan simple como ir al bar se convertía en un espectáculo. Esa fama, impulsada por su relación con una figura tan mediática, se volvió una carga más que una oportunidad.
Blanca Romero confiesa, por primera vez, cómo vivió su divorcio con Cayetano
Lo que más llamó la atención en la entrevista fue la sinceridad que mostró la modelo, contestando a todos los temas sin evadir ninguna pregunta. Cuando llegó el turno de hablar de su ruptura con el torero, Blanca fue igual de sincera.
Blanca contó que el proceso de separación fue natural, el duelo se prolongó más de lo esperado. “Lo viví con la pena y pasé un luto, tardé casi dos años en poder tener más cercanía. Lo sufrí, lo pasé mal”, confesó la modelo.
Sin embargo, Blanca sorprendió con unas declaraciones en exclusiva, desvelando qué había sido lo más difícil tras el divorcio. Romero confesó que lo más traumático de su ruptura con Cayetano no fue su matrimonio, sino el acoso mediático que sufrió. La presión constante de los medios fueron, según sus palabras, más difíciles de sobrellevar que la separación en sí.
Ese cambio en su vida coincidió con un giro en su imagen pública. De ser reconocida por su trabajo en las pasarelas internacionales, pasó a ser conocida como 'la mujer de' o 'la ex de'. Estas etiquetas —según expresó— dañaron aún más su carrera profesional: “Me perjudicó en la moda”, reconoció sin rodeos.

La versión de su hija Lucía Rivera
Blanca Romero también habló de los inicios como madre. Dio a luz a Lucía a los 21 años en lo que describió como un parto complicado. “No fui una madre al uso, fui una amiga con la que jugaba en el parque”, dijo con orgullo.
Lucía Rivera, hija de Blanca, también intervino en el programa desde su punto de vista como niña durante el divorcio. Recordó el caos que implicó aquella exposición mediática: “Veía focos, cámaras, coches… No me gustaba nada”, confesó. Añadió que en esa época tan delicada, echó de menos poder decidir alejarse de ese entorno.
Lucía compartió recuerdos de cómo identificaba a la prensa como enemigos: “Cuando les veía decía «son malos, vete mamá»”, contó entre risas. Un testimonio que reflejó cómo la sobreexposición afectó también a la infancia de una niña que no pidió ser famosa.