Buckingham Palace ha anunciado una triste información sobre el príncipe Harry: requirió ayuda del MI6 para tratar sus problemas mentales. El MI6 es el Servicio de Inteligencia del Reino Unido y en él, Harry encontró a su mayor confidente. Dado que se trata de un organismo que garantiza la privacidad de sus acciones, el marido de Meghan se sintió completamente seguro.
Los desequilibrios mentales del príncipe Harry comenzaron al poco de morir Lady Di. Con tan solo 12 años, se desarrolló en él un fuerte carácter lleno de ira y enfrentamientos. Fue su entonces pareja y su familia quienes le aconsejaron pedir ayuda a un especialista y la encontró en el MI6.

Buckingham Palace confirma los problemas del príncipe Harry
El príncipe Harry siempre ha sido el personaje más díscolo y problemático de Buckingham Palace. Sonados fueron sus escándalos y sus salidas nocturnas donde la violencia y los excesos eran los verdaderos protagonistas. En medio de esta vorágine de destrucción, el entorno de Harry reaccionó e intercedió para poner freno a la espiral en la que se encontraba.
Buckingham Palace acaba de confirmar los problemas mentales que arrastró el joven príncipe tras la muerte de Lady Di. Desórdenes de conducta que le llevaron a pedir ayuda al MI6, el Servicio de Inteligencia del Reino Unido. Este organismo cuenta con un gran número de profesionales que guardan escrupuloso silencio de todas sus acciones.

En su búsqueda de ayuda, Harry recurrió a terapeutas del MI6, según se menciona en el libro The Palace Papers de Tina Brown. Esta decisión fue motivada por la necesidad de encontrar profesionales que garantizaran la discreción necesaria para alguien de su posición. Allí encontró el apoyo de Julia Samuel, amiga de su madre y consejera especializada en duelo, quien lo ayudó a enfrentar su dolor.
Hace unos años, fue el propio príncipe quien reconoció los problemas mentales por los que atravesó cuando murió su madre. A los 12 años, Harry se enfrentó a una pérdida devastadora que afectó profundamente su bienestar emocional. Durante años, reprimió sus emociones, lo que lo llevó a experimentar ansiedad, ataques de pánico y comportamientos autodestructivos en su juventud.
En el documental The Me You Can't See, Harry habló sobre cómo el consumo de alcohol y drogas fue una forma de enmascarar su dolor. Reconoce que, en retrospectiva, estos comportamientos fueron intentos de escapar de sus emociones no procesadas.
El príncipe Harry buscó ayuda dentro de Buckingham Palace
Brown recoge en su libro cómo una de las primeras parejas del príncipe Harry experimentó de cerca sus problemas mentales. Fuentes cercanas a Buckingham Palace confirmaron que la joven le aconsejó “aceptar sus problemas y consultar con un psicoanalista”.
Gracias a ello, Harry logró reconducir la situación llegando a reconocer que su mala conducta respondía a su necesidad de no pensar en su madre. Además de esta terapia, Harry exploró métodos como la Desensibilización y Reprocesamiento por Movimiento Ocular (EMDR), una técnica utilizada para tratar traumas profundos.

Esto le permitió abordar recuerdos dolorosos y reducir la ansiedad asociada con eventos pasados. Como los vuelos a Londres que le recordaban la pérdida de su madre. A través de estas prácticas, Harry ha logrado una mayor comprensión de sí mismo y ha fortalecido su estado emocional.
Harry también ha destacado las diferencias culturales en torno a la salud mental entre el Reino Unido y Estados Unidos. Ha señalado que, mientras en EE.UU. es común hablar abiertamente sobre la terapia, en el Reino Unido persiste un estigma que dificulta que las personas busquen ayuda.
Afortunadamente, en su caso, la rápida reacción de su entorno logró que el joven príncipe recondujera la situación. A día de hoy, continúa poniendo en prácticas ciertas recomendaciones para lograr aliviar su situación en caso de ansiedad o angustia.