Desde que el príncipe Harry se mudó a Estados Unidos, cada visita al Reino Unido despierta dudas y comentarios. Esta vez, la expectación se multiplica por la coincidencia con una fecha muy marcada en el calendario de los Windsor.
Harry regresa a Londres después de varios meses de ausencia. Su presencia no solo se debe a un acto público, sino también a la posibilidad de un acercamiento personal con su padre. Una reunión que, de confirmarse, se produciría en un contexto cargado de emociones y de recuerdos recientes.
Una cita marcada en rojo
El duque de Sussex participará el próximo lunes en la entrega de los premios WellChild, organización benéfica con la que mantiene una relación de años. Durante el evento entregará un reconocimiento a un niño de entre cuatro y seis años, un momento especialmente emotivo para él. Esta fundación ha sido una de las más vinculadas a su labor personal desde que se distanció de la Casa Real.
La fecha elegida no es casual ni pasa desapercibida. Ese mismo día, en 2022, fallecía la reina Isabel II a los 96 años, un acontecimiento que marcó para siempre a la familia Windsor. El recuerdo de la monarca se une así a un acto cargado de simbolismo para el príncipe Harry.
Según informan medios británicos como el Daily Mail, está previsto que tras este evento pueda producirse un encuentro privado entre Carlos III y su hijo. No se trataría de una reunión institucional ni de un gesto oficial, sino de una conversación entre padre e hijo. El posible acercamiento llega tras un año y medio sin contacto directo.
Condiciones para un reencuentro
El duque de Sussex vuelve a Londres con polémica al imponer requisitos para que el encuentro con Carlos III se produzca con confianza. Concretamente, el príncipe Harry habría exigido a su padre tres condiciones indispensables. Estas demandas del hijo menor de Carlos III habrían generado sorpresa y malestar en Buckingham Palace, según fuentes cercanas.
Entre las condiciones que Harry ha puesto sobre la mesa, la primera es recuperar la seguridad para él y para su familia en Reino Unido. Considera este punto innegociable tras los problemas que denunció en visitas anteriores al país. Según el periodista Rob Shutter, “no quiere otro viaje en el que se sienta desprotegido y expuesto”.
Además, exige coordinación con Buckingham Palace para controlar la presión mediática en sus apariciones públicas. La tercera y última condición, vinculada a su mujer, Meghan, es la que más debate ha despertado en territorio británico. Harry exige que Meghan Markle sea tratada como alteza real siempre que esté en suelo británico, un aspecto que ha causado debate.
El hecho de que Carlos III permanezca en el país hasta finales de septiembre facilita que este encuentro pueda concretarse. Desde febrero de 2024, padre e hijo no han vuelto a coincidir cara a cara. Ahora, el tiempo y las circunstancias parecen propicios para un posible acercamiento, aunque el desenlace sigue rodeado de incógnitas.