La Promesa esta semana ofrece nuevas intrigas y conspiraciones dentro de los pasillos del palacio. En los últimos días, se han producido numerosos cambios que han afectado de lleno al funcionamiento de la casa. Uno de ellos afecta de lleno a Ricardo, personaje al que da vida Carlos de Austria en la ficción de TVE.
La noticia que recibirá el que estaba destinado a ser el mayordomo de La Promesa es que no ocupará el puesto que tanto deseaba. Tras la salida de Rómulo todos los ojos estaban puestos en Ricardo a quien ya todos veían como el nuevo mayordomo jefe. No obstante, la historia ha dado un vuelco y Carlos de Austria se queda fuera.

La Promesa le da a Carlos de Austria la peor de las noticias
La Promesa anda revuelta con todos los frentes abiertos que han tenido lugar en estos días. La feliz boda entre Rómulo y Emilia, se produjo con el trasfondo del conflicto por la administración de la finca. A esto hay que unir el vacío que se produjo entre los empleados y que Ricardo, interpretado por Carlos de Austria, parecía destinado a llenar.
Decimos “destinado”, porque, precisamente La Promesa acaba de darle al actor una inesperada noticia: no será el mayordomo jefe. Había ilusión en el servicio, pues todo apuntaba a que Carlos reemplazaría al señor Baeza con naturalidad, incluso lo habían preparado para ese importante cargo.

Las doncellas le entregaron la chaqueta de mayordomo jefe como símbolo de su nuevo rol, lo que alimentó aún más sus esperanzas. Pero todo resultó ser efímero. Justo en ese momento, aparece Cristóbal Ballesteros como nuevo postulante fuerte al cargo.
Lo que provoca una gran sacudida en los empleados, sorprendiendo a toda la familia. Ante el sentimiento de traición del servicio, Ricardo trata de sobrellevar el inesperado golpe bajo que acaba de recibir. Este tiene que escuchar directamente de Leocadia que su nombramiento no se materializará, y que Cristóbal asumirá el cargo por decisión inesperada y poco explicada.
Su posición cambia radicalmente, pasando a una especie de ayudante de cámara del marqués de Luján, un cargo claramente inferior al que aspiraba. Ese descenso jerárquico no solo le afectará profesionalmente, sino que también impactará en su autoestima y en la percepción que los demás tienen de él.
Esta decisión genera en los trabajadores de La Promesa un sentimiento de traición ante la falta de una explicación que justifique el cambio. Mientras tanto, el papel que interpreta Carlos de Austria ve cómo sus aspiraciones dentro del palacio se esfuman rápidamente.
Carlos de Austria recibe una inesperada visita en La Promesa
El destino es caprichoso y parece haberse cebado con los habitantes de La Promesa. El anuncio de Leocadia a Ricardo le causó una profunda decepción, pues había trabajado mucho para ese puesto. Aun así, intenta mantener la compostura, aunque por dentro siente que su ambición y orgullo han sido heridos gravemente sin posibilidad de consuelo.
En medio de este desconsuelo, un giro inesperado de los acontecimientos sitúa al personaje de Carlos de Austria en el foco. Las puertas de La Promesa se abren para la llegada de una visita inesperada que promete remover los cimientos de Ricardo.
La tensión en el servicio se irá intensificando, pues muchos no entienden a qué se debe ese cambio repentino. Ricardo poseía todas las cualidades para el puesto, no obstante, los planes de Leocadia son, claramente, diferentes. Lo que hace pensar que esta tiene motivos ocultos para mantener a Ricardo en un puesto inferior al que se merece.
Por su parte, Cristóbal, el nuevo mayordomo jefe, viene con ganas de revolucionar La Promesa y ya se ha cobrado a su primera víctima.