La infanta Sofía es la única miembro de la familia real sin un formulario de contacto en la web oficial de la Casa Real. Mientras los reyes Felipe y Letizia, y su hija mayor, la princesa Leonor, disponen de secciones habilitadas para mensajes ciudadanos, Sofía no tiene ninguna. Su perfil institucional muestra solo información básica, sin posibilidad de enviar preguntas ni comentarios.
Esta diferencia resulta llamativa en un contexto donde la transparencia se ha vuelto una prioridad para la monarquía. La Casa Real ha modernizado su comunicación digital para fomentar la cercanía con los ciudadanos. Sin embargo, al entrar en la sección de Sofía, no hay opción alguna de interacción directa.

No existe un formulario, ni un buzón de mensajes, ni una vía habilitada para contactar con ella. Mientras se permite escribir a la Jefatura del Estado y a la heredera, su espacio digital permanece cerrado. Esa ausencia marca una diferencia clara entre los miembros con funciones públicas y quienes aún no las tienen.
Una estrategia digital que deja huecos
La web institucional está diseñada para dar visibilidad solo a los miembros con responsabilidades constitucionales. Ofrece discursos, agendas y formularios de contacto para figuras con un papel activo en la Corona. El perfil de Sofía, en cambio, carece de esas herramientas y permanece en segundo plano.
Fuentes cercanas a Zarzuela explican que la infanta aún no tiene funciones asignadas dentro del marco institucional. No forma parte directa de la línea sucesoria ni ostenta representación oficial, lo que justificaría su bajo perfil. Aun así, su participación en actos públicos se ha hecho más frecuente en los últimos años.
La hemos visto acompañar a su familia en eventos como los Premios Princesa de Asturias o de Girona. Aunque no toma la palabra, su imagen comienza a consolidarse como parte de la actividad institucional. Esto plantea si debería ofrecerse también un canal de contacto para quienes ya tienen presencia pública.

Una visibilidad creciente, pero desigual
Desde que Leonor alcanzó la mayoría de edad, su rol ha ganado protagonismo dentro y fuera de la web. Su formación militar y su participación en actos oficiales se reflejan en un espacio digital más completo. Frente a esto, la infanta Sofía continúa sin una vía de comunicación directa con los ciudadanos.
Esta diferencia puede entenderse desde una lógica jerárquica dentro de la familia. Sin embargo, también invita a reflexionar sobre el acceso público a figuras reales con creciente exposición. El contacto digital no solo informa, también genera conexión entre la institución y la sociedad.
Resulta contradictorio que Sofía esté presente en eventos oficiales, pero no sea accesible en el portal institucional. Su papel es visible, pero difuso, lo que crea confusión sobre su estatus real. Esa indefinición puede acentuarse si no se adapta su perfil a la evolución de su agenda pública.

Sin explicaciones oficiales por parte de Zarzuela
Hasta ahora, la Zarzuela no ha dado explicaciones sobre esta diferencia en la web institucional. No se ha comunicado si esta omisión responde a una decisión temporal o a una política establecida. Tampoco hay señales de que se vaya a actualizar el perfil de Sofía a corto plazo.
El hecho ha generado cierto debate en redes y medios sobre la transparencia en la representación institucional. Algunos consideran que la infanta, aunque sin cargo oficial, debería contar con un canal de contacto básico. Otros interpretan su ausencia como un gesto deliberado de mantenerla al margen del foco mediático.
Con el paso del tiempo, si su participación en actos continúa creciendo, esta situación podría cambiar. Por ahora, la estructura digital de Zarzuela deja claro quiénes son los representantes con voz activa. Sofía sigue sin espacio para recibir mensajes ni responder al interés creciente de la ciudadanía.