MasterChef Celebrity 10 volvió a ofrecer una gala cargada de emoción, retos y giros inesperados que mantuvieron en vilo a los espectadores. La noche incluyó pruebas llenas de tensión, invitados especiales y un desenlace que dejó a todos sin palabras.
El programa vivió momentos de diversión, competitividad y compañerismo, pero también de tristeza y despedidas. Lo que parecía un capítulo rutinario acabó convirtiéndose en una de las veladas más intensas de la edición.

Una noche de retos exigentes
La velada comenzó con un reto divertido en el que la harina se convirtió en la protagonista. Los concursantes participaron en una batalla repleta de caos controlado bajo la atenta mirada de Yolanda Ramos y Lorena Castell. El ambiente festivo dio paso a un combate final en el que se puso en juego el preciado pin de la inmunidad.
El ganador de la prueba fue el actor Alejo Sauras, quien logró elaborar una tarta libre de gluten que convenció al jurado. Su premio fue el pin de la inmunidad, una herramienta clave en el concurso. Con él podrá salvarse en una futura prueba de eliminación, aunque no está exento de riesgos.
En este programa, el pin puede ser arrebatado por otro concursante mediante un reto directo, lo que añade un componente de tensión. De este modo, la inmunidad se convierte en un arma de doble filo y en uno de los grandes atractivos de la edición.
La jornada también incluyó una prueba de exteriores en el restaurante Filandón, donde los equipos cocinaron un menú propuesto por el chef Marcos Pérez. El jurado evaluó platos de gran nivel, pero también señaló errores importantes. La presencia de Raquel Meroño, ganadora de la quinta edición, aportó un aire nostálgico al reto.

Jordi Cruz y un anuncio inesperado
El momento más sorprendente de la noche llegó en la prueba de eliminación, protagonizada por la repostería de Jordi Roca. Los concursantes recibieron un “regalo envenenado”, ya que debían enfrentarse a complicadas recetas diseñadas por el reconocido chef. El mejor de la prueba anterior fue el encargado de repartir las elaboraciones, aumentando la tensión.
La dificultad de los postres puso a prueba los nervios de todos los aspirantes, generando fallos y nerviosismo en las cocinas. El jurado observaba con atención cada detalle, consciente de que uno de ellos debía abandonar el concurso. Fue en este contexto cuando Jordi Cruz tomó la palabra y anunció la decisión que dejó helado el plató.
Él y sus compañeros de jurado, Pepe Rodríguez y Samantha Vallejo-Nágera, comunicaron la expulsión de Charo Reina. La noticia fue recibida con incredulidad, pues la artista se había convertido en una de las favoritas del público y era muy querida entre sus compañeros de concurso.

La despedida de una favorita
La reacción en el plató fue inmediata: tristeza, lágrimas y palabras de cariño hacia Charo Reina. La cantante agradeció la oportunidad, asegurando que se llevaba un aprendizaje y recuerdos imborrables. “Me voy muy feliz, la vida es lucha, constancia y perseverancia”, afirmó con emoción.
Sus compañeros no tardaron en mostrar su afecto. Valeria Vegas reconoció que vivía un cruce de emociones, pues se salvaba de la expulsión, pero sentía tristeza por despedir a su amiga. Juanjo Bona, por su parte, aseguró que echará de menos la alegría que Charo transmitía a diario.
La propia Charo subrayó que su paso por MasterChef Celebrity había sido un sueño cumplido. Recomendó la experiencia a cualquiera que se lo plantee y destacó la importancia del compañerismo vivido durante semanas de trabajo intenso. Su despedida dejó un vacío en las cocinas y una sensación de pérdida compartida por todos.

