La princesa Irene ha vuelto a acaparar la atención de todos tras conocerse la última decisión que ha tomado. Su estado de salud ha sido motivo de preocupación para los miembros de la Casa Real y para numerosos seguidores de la realeza. La hermana de la reina Sofía atraviesa un momento complicado en lo personal.
En medio de esta situación, Irene y su hermana, la reina Sofía, han decidido pasar sus vacaciones en un lugar que siempre ha sido especial para ellas: Mallorca. Esta elección de destino confirma una vez más su estrecha relación con la isla, que ha sido escenario de muchos de sus momentos familiares.
No cabe duda de que la Familia Real española ha querido reforzar su cercanía con ella en esta etapa tan delicada de su vida. De hecho, le han dado un papel protagonista en los últimos años debido a la protección que realizan sobre ella en sus distintas apariciones públicas.
Sin embargo, y a pesar de este contratiempo, con la llegada del verano la presencia de la princesa Irene siempre aumenta de forma considerable. Y este año no iba a ser una excepción.
Desde hace varias décadas, la reina Sofía no se pierde su cita con Mallorca durante este periodo estival. Y es que es habitual que ella sea la primera en llegar al Palacio de Marivent para disfrutar de unos días de descanso.
Pero este año no llegará sola a la isla. Y esto se debe a que, al igual que ha sucedido anteriormente, está previsto que lo haga acompañada de su querida hermana, la princesa Irene.
La princesa Irene, hermana de la reina Sofía, toma una importante decisión
Después del fallecimiento de la reina Federica, la princesa Irene, conocida como la tía Pecu dentro de su familia, se mudó a Zarzuela. Su decisión de estar cerca de su hermana fue clara, y desde entonces ha permanecido junto a ella.
A pesar de su delicado estado de salud, los miembros de la realeza han decidido que Irene no abandone el palacio. Esto ha hecho que participe en casi todos los eventos familiares, convirtiéndose en una figura constante en los encuentros de la Casa Real.
Sin embargo, su presencia se vuelve aún más destacada cuando llega el verano. Aunque durante el resto del año Irene asiste a algunos actos junto a la reina Sofía, sus apariciones en público son menos frecuentes. En cambio, en Mallorca, la princesa Irene se convierte en una figura central, captando toda la atención en cada momento que pasa en la isla.
Todo el mundo recuerda las imágenes del pasado verano en que la infanta Sofía empujaba la silla de ruedas de la princesa Irene. Un gesto que simboliza el cuidado que todos los miembros de la Familia Real tienen con ella.
Además, también refleja el nuevo papel más visible que ha asumido. Y es que la princesa Irene ha pasado de ser un personaje secundario a una de las protagonistas dentro de la institución.
Este afecto público también transmite la imagen de cercanía que la Casa Real ha intentado reforzar durante estos últimos meses. Y, en verano, esta estrategia se hace aún más evidente. Por eso, se espera que este año se repitan estampas como esta.
Pero no todo van a ser planes familiares para la princesa Irene y la reina Sofía. Además, las dos hermanas también compartirán momentos con personas ajenas al entorno directo. En Mallorca, la emérita mantiene reuniones con amigos fieles.
El sacerdote Tomeu Catalá, fundador de Proyecto Hombre Baleares, es una visita habitual. Otra presencia infaltable es Tatiana Radziwill, una de las mayores consejeras de la emérita. Aunque son primas segundas, la reina Sofía la considera como una hermana más.