Dos hombres mayores con chaquetas llamativas y expresiones faciales diferentes, uno con la boca abierta y el otro sonriendo con gafas de sol y una banda en la cabeza, al fondo hay signos de interrogación de colores.

Confirman las sospechas sobre Keith Richards y Mick Jagger: todos vieron lo que pasó

Una noche, un gesto inesperado y miles de testigos: el momento que cambió la historia de los 'Rolling Stones'

Una de las escenas más comentadas en la historia de The Rolling Stonesvuelve a estar en boca de todos. Durante décadas, un rumor sobre Mick Jagger y Keith Richards ha circulado sin confirmación. Ahora,  las imágenes y testimonios que han circulado durante décadas  se confirman.

Corría el año 1981 y la banda británica se encontraba en uno de sus mejores momentos. La gira del álbum Tattoo You era todo un éxito, y los conciertos reunían a miles de seguidores en cada ciudad. En plena apoteosis de su carrera, un suceso en el escenario marcó a los fans, aunque pocos lo entendieron entonces.

Keith Richards sonriendo con una diadema negra en la cabeza
Keith Richards, una leyenda del rock, siempre en el centro de la acción sobre el escenario | Wikipedia

El año en que The Rolling Stones lo conquistaron todo

Con Mick Jagger y Keith Richards al frente, los Rolling Stones recorrían Estados Unidos a ritmo de Start Me Up, uno de los temas más emblemáticos del disco. Era una época explosiva, de escenarios colosales, multitudes rugientes y una banda que parecía indestructible. Cada concierto era una celebración del exceso, el talento y la historia del rock.

Jagger y Richards, pese a sus altibajos personales, mantenían en el escenario una química magnética. Eran dos fuerzas opuestas pero complementarias. Mientras uno dominaba el escenario con gestos y voz, el otro era el alma de la guitarra.

Aquella noche en Hampton fue diferente a todas las demás. Lo que ocurrió estuvo a punto de cambiarlo todo.

Las sospechas sobre Keith Richards y su compañero

Décadas después, se confirma un momento insólito entre Mick Jagger y Keith Richards sobre el escenario, un episodio que muchos fans recordaban. El 18 de diciembre de 1981, en Hampton, Virginia, un evento inesperado sorprendió a todos durante un concierto de The Rolling Stones. Lo que sucedió esa noche quedó grabado en la memoria de los asistentes como un momento inolvidable.

Mientras la banda interpretaba su éxito (I Can’t Get No) Satisfaction, un fan irrumpió en el escenario y avanzó directo hacia Mick Jagger, quien estaba completamente concentrado en su actuación. Lo que pasó después quedó grabado en la memoria colectiva y ahora se confirma como un hecho real, lejos de rumores y especulaciones.

Fue entonces cuando Keith Richards reaccionó con total determinación. Sin dudar, alzó su guitarra Telecaster como si fuera un bate y golpeó al intruso. El impacto lo apartó del vocalista y permitió a los miembros de seguridad llevarse al fan.

Richards, sin perder el ritmo, siguió tocando como si nada hubiera pasado. La tensión en el escenario fue palpable, pero la música nunca se detuvo.

Un gesto espontáneo que mostró una lealtad inquebrantable

Más tarde, Keith reveló que intercedió también para que el fan no durmiera en el calabozo. Lo ocurrido fue mucho más que una reacción instintiva: fue un acto de protección, de respeto y de vínculo. Richards entendió el peligro y actuó como quien defiende a un hermano.

Aquel momento quedó grabado en video y ha circulado durante años. Ahora, al confirmarse los detalles, muchos entienden por qué ese gesto marcó a tantos. En medio de una gira caótica y legendaria, Keith demostró que, más allá del rock, existía una profunda lealtad entre él y Mick.