Rafa Nadal es, desde el pasado mes de junio, marqués de Llevant. Y ahora ha tomado su primera decisión importante desde que tiene dicho título nobiliario. La ha dejado de manifiesto en un acto en el que no ha estado su mujer, Xisca Perelló.
Exactamente, lo que ha hecho Nadal es dejar claro que, sea marqués o no, lo primero es su familia y, en especial, su esposa. Por eso, ha determinado permitir que ella siga alejada del foco mediático.

Rafa Nadal deja clara su postura en su primer acto oficial como marqués de Llevant y sin Xisca Perelló
El nombramiento de Rafa Nadal como marqués de Llevant fue recibido con entusiasmo por la sociedad española. El título reconoce su legado como uno de los mejores deportistas de la historia, y también su humildad, su sentido de la responsabilidad y su compromiso con valores como el esfuerzo. Sin embargo, lejos de dejarse deslumbrar por la nobleza, él ha vuelto a demostrar que mantiene intacta su escala de prioridades.
El encuentro que ha vivido recientemente en Marivent con la Familia Real ha supuesto su primera aparición en un acto de carácter institucional desde su nombramiento. Y lo más llamativo ha sido su decisión de acudir solo, sin Xisca Perelló, dejando clara su voluntad de proteger la privacidad de su esposa.
Él acepta que su mujer, a pesar de ser ahora marquesa, desea mantener un perfil bajo. Y más ahora, cuando se encuentra en la recta final de su segundo embarazo. Para Nadal, la salud y bienestar de ella son lo primero, por encima de cualquier compromiso público, título nobiliario o reconocimiento social.

Esta determinación no ha sorprendido a quienes conocen a la pareja. Rafa Nadal y Xisca Perelló siempre han optado por llevar su vida personal de la forma más discreta posible.
Ella ha evitado sistemáticamente los focos y las portadas, manteniéndose al margen de la fama que rodea a su marido. Y él, respetuoso con esa decisión, ha sido siempre su mejor defensor.
El gesto de Rafa Nadal que refuerza su compromiso familiar
La decisión de Rafa Nadal de asistir en solitario al acto en Marivent no es un hecho aislado. Forma parte de una filosofía de vida que la pareja lleva practicando desde sus inicios. Xisca Perelló ha construido su propio camino, gestionando la Fundación Rafa Nadal y colaborando en proyectos solidarios, siempre desde la discreción.
En esta ocasión, la ausencia de ella se entiende aún más si cabe. La pareja espera la llegada de su segundo hijo, y Nadal ha querido anteponer la tranquilidad de su esposa al protocolo o las expectativas mediáticas. Su mensaje ha sido claro: con título nobiliario o sin él, su prioridad es la familia.

Rafa no quiere que su estatus como marqués de Llevant altere el ritmo de su vida familiar. Y, mucho menos, que suponga una presión añadida para su esposa, quien siempre ha preferido mantenerse en un segundo plano. Este gesto ha sido visto como un acto de coherencia y de respeto del manacorí hacia ella.
Por tanto, Rafa Nadal ha marcado con fuerza su primera gran decisión como marqués. Ha dejado claro que, con título nobiliario o sin él, lo que más le importa es el bienestar de sus seres queridos.