Doria, la madre de Meghan Markle, protagoniza una inesperada última hora que llega directamente de Montecito. La mujer, que se mudó a vivir junto a los duques de Sussex, ha decidido que no puede más. Como consecuencia, ha tomado una firme determinación que ha cambiado por completo la vida del matrimonio.
Un nuevo frente se abre para Meghan y Harry que ven cómo uno de sus máximos apoyos les ha dado la espalda. Doria señala públicamente al culpable de que haya dado ese paso que no tiene vistas de dar marcha atrás.

Meghan Markle recibe un inesperado golpe de Doria, su madre
Meghan Markle ha visto cómo la estabilidad de su familia se ha comenzado a tambalear tras la decisión de Doria. La madre de Meghan dejó Los Ángeles para mudarse a Montecito y ayudar al matrimonio a cuidar de Archie y Lilibet. Sin embargo, lo que parecía una buena decisión se ha terminado convirtiendo en una pesadilla.
Tal y como ha trascendido, Doria ha dado un giro de 180 grados y se ha marchado de Montecito. Voces cercanas sostienen que su salida se debió a las constantes exigencias de Meghan, a quien señalan como la principal culpable de su marcha. Tras permanecer casi 18 meses en ese entorno, Doria finalmente buscó alivio lejos del ambiente de tensión.

Doria llegó en 2024 con la intención de acompañar a la pareja durante un periodo complicado. Según fuentes cercanas, se encargaba del cuidado de los nietos, del apoyo emocional y de tareas cotidianas. Sin embargo, ese rol se transformó gradualmente en una obligación permanente que acabó haciendo mella en la madre de Meghan.
Quienes la conocieron cercanamente comentan que Doria ya no pudo tolerar la actitud de su hija. Los reclamos constantes, cierto dramatismo y una dinámica que saturaba su paciencia fueron los elementos clave para que decidiera volver a Los Ángeles. Según cuentan los testigos, Meghan incluso le suplicó que no se marchara, repitiendo “no me abandones” cuando vio el equipaje de su madre.
El impacto de esa decisión no se limitó a Meghan, también afectó a Harry. El príncipe veía en Doria una figura maternal y su partida dejó un vacío emocional significativo. Así, su ausencia alteró la propia estabilidad del matrimonio.
La presencia de Doria creó una profunda crisis entre Meghan Markle y Harry
La convivencia llegó a ser una carga muy pesada para Doria. Lo que comenzó como una etapa de ayuda familiar se tornó en una rutina de tensiones emocionales. Las tareas cotidianas, una exigencia constante y la atención de los nietos generaron un desgaste que la hizo claudicar.
A sus 68 años, decidió que ya era hora de retornar su rutina y regresar a Los Ángeles, de donde nunca debió alejarse tanto tiempo. Y es que la presencia de Doria en la vida de los duques de Sussex también alteró a Meghan y Harry.

Sus rutinas y su intimidad se vieron interrumpidas por la presencia de la mujer y esto generó tensiones y roces. Hay quien la llegó a calificar de “suegra metiche”, que no hizo otra cosa que entrometerse en la vida privada del matrimonio. Una situación que habría motivado una grave crisis matrimonial.
Sea como fuere, lo cierto es que Doria ha hecho las maletas y ha puesto tierra de por medio. Se ha cansado de vivir bajo la presión constante de Meghan y necesita un momento de calma y descanso.
Cuando se mudó a Montecito su objetivo era cuidar de sus nietos, pero poco a poco, Markle le cargó con más responsabilidades. Lo que hizo que Doria llegara al límite y decidiera hacer las maletas y huir. Si bien no ha roto el contacto con Meghan, tiene claro que, de regresar a la mansión, será en calidad de invitada.