A pocos días de cumplirse el tercer aniversario del fallecimiento de Isabel II, salen a la luz revelaciones sobre un capítulo doloroso y personal en la monarquía británica. La relación entre la reina y su nieto, el príncipe Harry, ha sido objeto de rumores durante años. Ahora, una fuente cercana revela los verdaderos sentimientos de la monarca.
Detrás del brillo de la corona y los actos públicos, se esconde una historia de distancia y desencuentros que marcaron profundamente a Isabel II. Lo que parecía un secreto a voces sobre la decepción silenciosa de la reina hacia Harry, cobra ahora más peso con los testimonios de quienes la conocieron bien.
La herida del distanciamiento y los desplantes
El distanciamiento entre Harry y la corona se tradujo en gestos que para la reina fueron más que simples ausencias. La no asistencia del pequeño Archie en la despedida oficial del Reino Unido durante el Día de la Commonwealth de 2020. Este hecho fue un golpe emocional muy fuerte que dejó una marca profunda en Isabel II.
Además, la abrupta salida de Harry y Meghan de sus funciones reales causó un impacto significativo. El desdén hacia Frogmore Cottage, un hogar regalado por la propia monarca, fue percibido como una falta de respeto. Estos gestos generaron en Isabel II una sensación de abandono que sintió con gran intensidad.
A pesar de estos episodios, Isabel II mantuvo una imagen pública de calma y diplomacia, sin dejar entrever sus sentimientos verdaderos. Sin embargo, las palabras recogidas por Bedell Smith revelan a una mujer que, aunque fuerte, fue profundamente afectada en lo más íntimo.
El entorno de la Casa Real británica da voz a los secretos mejor guardados de la reina Isabel II
La biógrafa Sally Bedell Smith, experta en la familia real y autora de varios libros, ha compartido recientemente detalles exclusivos que pintan un retrato íntimo de Isabel II y su nieto. Según Bedell, la reina vivió con un sentimiento de tristeza y desconcierto la creciente distancia con Harry, que se fue haciendo más evidente con el paso del tiempo. La transformación del príncipe y su decisión de alejarse de las responsabilidades oficiales de la corona dejaron una herida que, al parecer, nunca logró sanar.
En conversaciones con Lady Elizabeth Anson, prima y confidente de Isabel II, se supo que la monarca veía la situación con gran pesar. La biógrafa recoge palabras que reflejan la decepción de una mujer que había dedicado su vida a sostener la institución y esperaba una relación cercana con sus nietos. Sin embargo, el distanciamiento de Harry rompió esas expectativas familiares y emocionales.
Uno de los momentos más difíciles, según el relato de Bedell Smith, ocurrió justo antes de la boda de Harry con Meghan Markle en 2018. La reina sufrió un desencuentro con su nieto, lo que, según la biógrafa, marcó un punto de no retorno en la relación entre ambos. Esta ruptura no solo fue pública, sino también profundamente personal y dolorosa para Isabel II.
Una historia de silencios y heridas en la familia real
Isabel II, una figura que simbolizó estabilidad y continuidad, terminó su vida con una relación fracturada con uno de sus nietos más queridos. La biógrafa destaca que la monarca había logrado un reinado excepcional, pero la relación con Harry le causó un dolor que nadie pudo reparar.
Los testimonios publicados en algunos medios presentan una reina herida por la distancia emocional y los desplantes. Una historia que se ha mantenido en secreto durante años a petición de la reina, pero que su entorno ha querido desvelar. Estas revelaciones abren una nueva ventana para entender la complejidad detrás de la corona y las dificultades que enfrentan quienes la llevan.