Este año, el habitual sosiego veraniego de la reina Sofía en Marivent se ha visto empañado por una preocupación que la acompaña a cada paso. Así lo ha confirmado el entorno de la emérita tras sacar a la luz el delicado estado de salud de Tatiana Radziwill, su prima.
La reina, siempre discreta en sus asuntos privados, no ha ocultado su inquietud ante la situación. La serenidad que caracteriza sus veranos en Mallorca parece haberse desvanecido ante la última hora de Tatiana.

El entorno de la reina Sofía confirma la última hora sobre la salud de Tatiana Radziwill
El verano llega a Marivent con un brillo distinto para la reina Sofía, pues su sonrisa habitual está teñida de preocupación. La salud de Tatiana Radziwill, su amiga íntima y prima, ha dado un giro inquietante en las últimas semanas.
Así lo confirma el entorno de la emérita señalando cuál es la verdadera situación de la aristócrata. El ictus sufrido años atrás dejó secuelas que ahora empeoran con el paso del tiempo. Requiere silla de ruedas para desplazarse y ha reducido notablemente su presencia en eventos familiares.

Tatiana parece no tener ganas ni fuerzas para reunirse con los suyos y prefiere la paz y la tranquilidad. La sombra de la preocupación por Radziwill se cierne sobre la reina Sofía sin remedio. Se nota la tensión en su rostro, y sus allegados perciben una evidente preocupación por el bienestar de su querida amiga.
Durante décadas, Tatiana ha sido más que allegada: ha sido su compañera de confidencias, testigo de viajes y apoyo incondicional. El vínculo entre ambas va más allá de los lazos familiares. Radziwill fue dama de honor en la boda de la reina Sofía, y desde entonces ha compartido no solo consanguinidad, sino lealtades profundas.
Si bien no se han dado detalles específicos sobre la enfermedad de Tatiana, la preocupación de la reina Sofía es palpable. Es una situación que impacta en su vida personal, afectando también a su ánimo y a su disfrute del verano en Palma de Mallorca.
El verano más triste de la reina Sofía
Sin duda, el verano de la reina Sofía está marcado por la angustia y la incertidumbre. El estado de salud de Tatiana continúa impidiendo que ambas disfruten de un tiempo juntas. La mejor amiga de la emérita tiene serios problemas de movilidad, por lo que requiere atención constante.
A pesar de ello, no pierde la sonrisa y suele contar con el apoyo de la Familia Real para disfrutar de un tiempo de ocio. Para doña Sofía, vivir estos días en Palma es una prueba emocional. Aunque su condición física es envidiable para sus 86 años, la situación de su prima y amiga la ocupa más que cualquier agenda protocolaria.

En Marivent, la atención ya no es una opción, es una necesidad constante. Recordemos que a la preocupación por Tatiana se le una la de Irene de Grecia, también muy delicada de salud. Es evidente que la imagen de la reina Sofía este verano no estará asociada a la alegría despreocupada, sino al compromiso con quienes le importan.
El verano, que debería ser un refugio para ella, se convierte en una estancia vigilante, pendiente, siempre atenta. Así se dibuja el escenario este año en Mallorca: una temporada de contrastes, donde el azul del mar convive con un cielo interior más nublado. El de la reina Sofía y la angustia por la salud de su gran amiga y confidente.
Por el momento no ha habido posado familiar, pero no se descarta que este se dé en los próximos días. Será el momento de apreciar en los gestos de la reina Sofía el calvario por el que está pasando estos días.