El plató de Espejo Público ha vivido una de sus mañanas más tensas. Gonzalo Miró, colaborador habitual, rompió el ritmo del debate al lanzar una reflexión directa sobre el reciente caso de Santos Cerdán, protagonista de una polémica que salpica directamente al PSOE. Lo que nadie imaginaba era que otro comentario suyo sobre Alberto Núñez Feijóo iba a provocar un inesperado problema en la mesa de debate.
Todo ocurrió en directo, y fue tan contundente que durante unos segundos el plató quedó en un silencio absoluto. Las palabras de Gonzalo Miró no solo impactaron por su franqueza, sino también porque apuntaron a dos de las figuras más señaladas de la política. ¿Por qué se generó ese revuelo? ¿Qué fue exactamente lo que dijo Miró que incomodó a los presentes?

Gonzalo Miró se pronuncia en Espejo Público sobre el caso de Santos Cerdán
El caso de Santos Cerdán se ha convertido en un dolor de cabeza para el PSOE. Las últimas informaciones sobre su presunta implicación en una trama de corrupción han sacudido al partido y han generado un debate abierto en los medios.
Fue en este contexto cuando Gonzalo Miró tomó la palabra en Espejo Público para analizar la situación. Con un tono crítico, Miró afirmó que Cerdán actuará según le vayan diciendo los abogados desde la cárcel de Soto del Real. A su juicio, todo está enfocado en buscar que la pena sea la menor posible.
Estas palabras provocaron ya cierta incomodidad en la mesa, pero la tensión subió de nivel cuando el colaborador fue más allá y calificó de “extraños” los últimos movimientos de Cerdán. No entiende que entregase el acta de diputado sabiendo que podía entrar en la cárcel a las 48 horas. “Entre entregar el acta y el testimonio que dio ante el juez…”, dejó caer.

En este momento, Gonzalo quiso ser crítico con lo que considera que no está siendo la mejor forma de actuar por parte del Gobierno. El hijo de Pilar Miró cree que “hay que tomar medidas que aun el Gobierno no está tomando”.
El comentario de Gonzalo Miró sobre Feijóo provoca un silencio absoluto en Espejo Público
Una vez expresada su visión sobre Santos Cerdán y sobre el Gobierno, Gonzalo Miró se dirigió al Partido Popular con una advertencia clara. En su opinión, “el PP no puede venir a dar lecciones de lucha contra la corrupción”. Aunque se mostró abierto a que otros partidos debatan sobre el tema, subrayó que no pueden ser quienes marquen la pauta moral.
Pero el comentario que terminó por agitar el plató fue cuando ironizó sobre el deseo de algunos votantes. “Yo puedo pensar: «a ver si vienen ya por fin el PP y Vox a librarnos de la subida del precio de la vivienda y la corrupción del país»”, expresó.

Hasta ahí, la mesa mantenía un tono serio y expectante, pero el ambiente cambió radicalmente. “No estoy hablando de que sea Feijóo el que señale a los demás por la corrupción. Este tipo se iba de vacaciones con un narcotraficante”, señaló.
Susanna Griso, presentadora de Espejo Público, intervino tras un silencio para puntualizar el comentario de su compañero: “Cuando él se iba de vacaciones era contrabandista”. El matiz buscaba suavizar el impacto de la declaración, pero el daño ya estaba hecho. La reacción de algunos colaboradores fue evidente: miradas tensas, silencio, e incluso gestos incómodos.

La tensión era palpable, y tras unos segundos de desconcierto, Gonzalo Miró se defendió con firmeza. “Yo no he dicho que sea narcotraficante”, aclaró ante el revuelo que había generado su comentario sobre el líder del PP. La puntualización no bastó para frenar el debate encendido que siguió.
El silencio que siguió a las palabras de Gonzalo Miró en Espejo Público no fue casual: reflejó el impacto de una verdad incómoda. Con su intervención, volvió a poner sobre la mesa la delgada línea entre la crítica política legítima y la polémica mediática.