En Wimbledon, la atención no solo ha estado en los partidos, sino también en las gradas, donde Emma Raducanu ha apoyado a Carlos Alcaraz. La tenista británica ha acompañado al murciano durante su encuentro contra Andrey Rublev, que este ganó fácilmente. Este gesto ha despertado la curiosidad de los aficionados y la prensa, quienes no han tardado en especular sobre la naturaleza de su relación.
Raducanu y Alcaraz son amigos desde hace tiempo y han decidido formar pareja en la modalidad de dobles mixtos para el próximo US Open, que se celebrará a finales de agosto. Esta unión deportiva ha sido confirmada públicamente, y ambos han mostrado entusiasmo por esta nueva etapa conjunta. Esta evidente complicidad entre ellos no ha dejado de alimentar los rumores.

Pese a la cordialidad pública, las preguntas sobre un posible romance entre ambos no han cesado. En una reciente entrevista, la tenista fue cuestionada directamente sobre si mantenía una relación sentimental con Alcaraz. La joven deportista respondió con una sonrisa y un “solo somos amigos”, evitando así alimentar las especulaciones.
El tenista Carlos Alcaraz y la inesperada atención que acompaña su rendimiento en Wimbledon
Después de que Raducanu perdiera en tercera ronda frente a Aryna Sabalenka, la británica no se retiró completamente del torneo. Ha vuelto a la pista para mostrar su apoyo a Alcaraz desde la grada, gesto que no ha pasado desapercibido. La cercanía entre ambos en ese momento ha sido interpretada como un signo de complicidad que podría ir más allá de la amistad, avivando todavía más los rumores.
Por su parte, Alcaraz ha hablado recientemente sobre su nueva compañera de dobles mixtos con admiración y respeto. Ha afirmado que en esta modalidad Raducanu “será la jefa”, mientras que él se encargará de apoyar y cubrir la pista. Esta declaración evidencia la buena química y el respeto profesional que existe entre ambos, elementos que, sin duda, también alimentan las expectativas de la afición.

La expectación aumenta con la presencia de Raducanu junto a Carlos Alcaraz
Mientras Alcaraz sigue su camino en Wimbledon, todas las miradas están puestas en si Raducanu repetirá su presencia en las gradas para animarlo en los próximos partidos. La posibilidad de que continúe acompañándolo no solo suscita interés deportivo, sino que también mantiene viva la curiosidad sobre la naturaleza de su relación personal. Esta dualidad entre lo profesional y lo personal es lo que convierte esta historia en un tema tan atractivo para los medios.
En definitiva, la visita de Emma Raducanu a Wimbledon para apoyar a Carlos Alcaraz ha dejado muchas preguntas sin responder, pero también ha generado una atención inusitada alrededor de ambos tenistas. Aunque han querido mantener la discreción y limitar los rumores a la categoría de “amistad”, el público y la prensa siguen atentos a cada gesto. La expectación crecerá en los próximos días, a medida que avance el torneo.