Charlene y Jacques posan frente a un fondo de la bandera de Francia ondeando sobre una ciudad al atardecer

Francia ya ha destapado lo de la princesa Charlene y su hijo Jacques: 'Hay un...'

Medios franceses apuntan qué está sucediendo entre la princesa Charlene y Jacques y cómo es su verdadera relación

La princesa Charlene y su hijo Jacques copan desde hace días la atención de gran parte de los medios internacionales. En Francia, por ejemplo, han desvelado, tras analizar las últimas apariciones de Charlene y Jacques, qué ocurre realmente entre ellos. “Hay un detalle que no pasa desapercibido”, afirman sobre lo que sucede cuando coinciden en un evento oficial.

Según los medios, gracias a ello podemos conocer con exactitud el tipo de relación hay entre madre e hijo. Jacques está destinado a heredar la corona monegasca y la princesa Charlene sabe muy bien el impacto que esto producirá en su vida. De ahí su comportamiento cuando aparece junto a su pequeño en los actos institucionales.

Primer plano de Charlene de Mónaco con maquillaje suave y aretes brillantes, fondo azul desenfocado.
La princesa Charlene acapara la atención mediática internacional | Instagram, @palaisprincierdemonaco

La princesa Charlene y Jacques, al descubierto por la prensa internacional

La princesa Charlene lleva años en el punto de mira de la prensa internacional. En Francia apuntan al cambio positivo que se ha producido en la vida de la mujer de Alberto de Mónaco. Ahora, en cambio, la atención mediática se ha enfocado en su hijo Jacques y en la relación que mantiene con Charlene.

Así las cosas, han destapado la excelente relación que hay entre la princesa Charlene y Jacques. Cada vez que la princesa aparece con su pequeño, las cámaras captan un hilo invisible de atención constante entre ambos. “Hay un detalle que no pasa desapercibido”, afirman desvelando así cómo rara vez ella pierde de vista al pequeño heredero durante un acto.

El vínculo se percibe en miradas cómplices, manos que buscan seguridad y gestos rápidos que corrigen una corbata o tranquilizan al pequeño. Todos fueron testigos de ello durante la celebración por el 20 aniversario del reinado de Alberto de Mónaco. “Charlene cuidó de sus queridos hijos, guiándolos entre la multitud y ayudándolos”, publica el medio francés Paris Match.

“Se puede afirmar que se ha forjado un vínculo muy fuerte”, añaden sobre la verdadera relación entre la princesa y Jacques. En Mónaco, donde el protocolo convive con la intimidad de un país pequeño, esas escenas adquieren un peso simbólico particular. Sobre todo cuando se habla del futuro heredero.

La princesa Charlene y su fuerte vínculo con Jacques

Jacques nació el 10 de diciembre de 2014, dos minutos después de su hermana Gabriella, pero la sucesión lo señala como futuro soberano. Desde muy temprano, Charlene entendió que acompañarlo significaba enseñarle a sobrellevar la exposición mediática y su futuro como heredero de la corona monegasca.

Numerosos gestos entre ellos demuestran el grado de complicidad que existe entre la princesa Charlene y su hijo. A la prensa francesa le llama la atención cómo, por ejemplo, la mujer de Alberto se pone a su altura para explicarle qué está ocurriendo. O cómo trata de protegerlo ante el estruendo de los fuegos artificiales.

Imagen de la familia real de Mónaco al completo sonrientes en un balcón.
La princesa Charlene está muy pendiente de sus hijos | Instagram, @palaisprincierdemonaco

En la visita de Estado del presidente francés Emmanuel Macron, Charlene se aseguró de colocar a Jacques en posición visible pero cómoda. La princesa hizo contacto visual frecuente, comprobando que siguiera las indicaciones del ceremonial sin perder confianza. Lo que le dio a su hijo seguridad suficiente para afrontar ese momento oficial.

Todos estos detalles, explican, demuestran el buen momento personal por el que atraviesa Charlene. Lejos de imponerle a sus hijos una disciplina férrea, opta por ayudarles de manera natural a asumir sus roles dentro de la Familia Real. Lo que, en consecuencia, ayuda a que Jacques y Gabriella asuman sus compromisos “con una sonrisa”.

“Es una madre atenta y cariñosa”, apuntan desde el medio francés, destacando las cualidades de la princesa. También afirman que “aporta un aire fresco al Principado”, y ofrece una visión de la institución menos rígida. La mirada de Charlene ya no es la de una mujer triste, sino la de una madre orgullosa de la familia que ha creado.