Durante su última aparición pública, Charlene de Mónaco dio un golpe sobre la mesa tras años de rumores. Aquel día, la soberana no tuvo reparos en confesar ante todos los presentes la razón por la que jamás va a separarse del príncipe Alberto.
El pasado sábado, 12 de julio, los príncipes de Mónaco acudieron a la gala de la Cruz Roja, la cual tuvo lugar dentro del principado. Evento que coincidió con una fecha especial para la familia Grimaldi: el 20.º aniversario de la llegada al trono del soberano.

Aquel día, además de deslumbrar con un elegante vestido azul de Elie Saab, Charlene de Mónaco tuvo la oportunidad de pronunciar unas palabras, discurso que no ha pasado para nada desapercibido.
En inglés, la soberana aprovechó la ocasión para felicitar al príncipe Alberto por esta fecha tan especial para él: “Si hablo esta noche es porque es un día muy especial. Este 12 de julio se conmemora el 20.º aniversario de su ascenso al trono”.

“Hace veinte años, tomó las riendas del Principado y, desde entonces, ha dirigido Mónaco con sabiduría, valentía y determinación. Ha impulsado muchos cambios en Mónaco, lo que a veces implica tomar decisiones difíciles, pero necesarias para el futuro de nuestro país”.
Además, y tras destacar que para el príncipe Alberto “su deseo de unidad y serenidad para Mónaco” ha sido su prioridad, Charlene de Mónaco dejó a más de uno sin palabras. Y todo al desvelar la verdadera razón por la que no se separa de su marido.
Charlene de Mónaco aclara las razones por las que no va a abandonar al príncipe Alberto
A continuación, Charlene de Mónaco aseguró de forma clara y tajante que no piensa abandonar al príncipe Alberto, ya que una de sus prioridades es proteger el Principado y la institución:
“Siempre estaré a tu lado, con todos los monegascos. Estamos contigo de todo corazón, para proteger a Mónaco y su futuro bajo tu liderazgo… Te queremos, te apoyamos y te agradecemos tu apoyo”. Unas palabras que, a juzgar por su reacción, pillaron totalmente por sorpresa al príncipe Alberto.

Sin embargo, para comprender el peso de las palabras que Charlene de Mónaco dedicó a su esposo hay que mirar atrás en el tiempo. Fue en ese momento, tras su compromiso, cuando comenzó una etapa difícil marcada por la exposición pública.
En los días previos a su enlace, los medios de comunicación internacionales se hicieron eco de especulaciones que hablaban sobre una posible huida de la princesa antes de la boda. Incluso se llegó a afirmar que intentó abandonar el Principado y cancelar el compromiso.
De hecho, las crónicas hablaban de un matrimonio forzado, rodeado de dudas y escasa ilusión, pero dichas predicciones jamás se llegaron a cumplir. No obstante, la vida de Charlene de Mónaco no fue nada fácil al principio.

Una vez instalada en el palacio, no logró adaptarse con facilidad a la familia Grimaldi, ni al protocolo oficial, ni al rol institucional que se esperaba de ella. Y es que su transformación en figura pública fue complicada, acentuada por las inevitables comparaciones con Grace Kelly.
En 2021, durante un viaje a Sudáfrica, Charlene de Mónaco contrajo una infección otorrinolaringológica que la obligó a permanecer fuera de Mónaco durante varios meses. Esta prolongada ausencia alimentó nuevamente los rumores sobre una posible fuga.
Finalmente, después de regresar al lado del príncipe Alberto, se comunicó oficialmente que la soberana estaba recibiendo tratamiento por una “profunda fatiga” en una clínica fuera del país.
Sin embargo, ese capítulo pertenece ya al pasado y hoy Charlene de Mónaco está plenamente integrada en la familia principesca. Tanto es así que se la percibe cómoda en su papel, feliz junto a su esposo y sus hijos, Jacques y Gabriella.